Sostuvo una sincera amistad con Padre Werenfried, fundador de AIN, unidos en la dedicación a los más necesitados del mundo
ACN.- “Queridos amigos de Ayuda a la Iglesia Necesitada: Me uno a vuestra Obra en la acción de gracias a Dios por las maravillas que ha realizado en vosotros y a través de vosotros, merced sobre todo al P. Werenfried van Straaten, que ha trabajado desinteresadamente, permitiendo a Dios que lo utilice para traer a nosotros su Reino. Pido al Señor que continuéis siendo un cauce de paz y hermandad, haciendo todo lo posible por la gloria de Dios y el bien de la Humanidad. Que Dios os bendiga.” Estas son las palabras dirigidas a Ayuda a la Iglesia Necesitada por Madre Teresa el 21 de diciembre de 1996, con motivo del 50 aniversario que la fundación pontificia celebró en 1997.
El próximo domingo 4 de septiembre será canonizada la Madre Teresa como Santa Teresa de Calcuta. Han sido muchos los lazos de unión entre esta religiosa, fundadora de las Misioneras de la Caridad, y Ayuda a la Iglesia Necesitada, desde que el Padre Werenfried y ella se conociesen en Calcuta, cuando Madre Teresa aún era desconocida para el mundo.
El Padre Werenfried viajó a la India en 1959 y allí se encontró con las Misioneras de la Caridad que desarrollaban una increíble labor de acogida y amor con los más pobres de entre los pobres. Describía así cómo era Calcuta entonces: “ciudad ardiente de la India que cuenta millones de almas. Un millón de los sin techo viven, duermen y mueren en las calles. Cientos de miles, en su mayoría refugiados del Pakistán (Pakistán Oriental, hoy Bangladesh), ocupan las aceras donde han construido minúsculas cabañas que se apoyan en los muros a lo largo de varios kilómetros…Por delante de esa especie de perreras, va una reguera de agua parduzca. En esa agua los miserables se lavan, hacen sus necesidades… y juegan los niños. Seres humanos en el arroyo. ¡Criaturas de Dios devaluadas!”
La que pronto será Santa Teresa de Calcuta quiso siempre que sus hermanas de comunidad viviesen de la Providencia al servicio de “los más pobres de entre los pobres”, por lo que no solicitó proyectos de ayuda pastoral directamente a través de AIN. Sin embargo en muchas diócesis los obispos han solicitado y siguen pidiendo a AIN sostener la construcción de edificios o el apoyo para las Misioneras de la Caridad.
“De los hombres sólo se ocupa la Madre Teresa. Se ocupa de los enfermos, de los moribundos… Y de los recién nacidos que encuentra todas las mañanas en los montones de basura… Las Hermanas y las ayudantes de la Madre Teresa recorren las calles recogiendo a los moribundos y los llevan en una camilla a la casa de los muertos…Para los moribundos es tal vez el primer encuentro con el amor desinteresado.” contaba el fundador de AIN que quedó profundamente conmovido por la labor de la futura santa en medio de la pobreza más extrema: “Hace veinte años que trabajo para la Ayuda a la Iglesia necesitada. En el transcurso de estos años he visto mucha miseria y mucho dolor. Pero no había asistido nunca a escenas semejantes.”
Una chica albanesa de Skopje, que se fue como misionera a la India y se convirtió en el ángel de los pobres será pronto una nueva santa para la Iglesia y el mundo. Al mismo tiempo, Madre Teresa fue una mujer ingeniosa y humorística cuyos mensajes siguen dando hoy esperanza. Ella había dejado escrito en sus tarjetas de visita : “El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz.” La Madre Teresa había pedido a Dios a una edad joven un regalo especial. Y en su opinión, el regalo o don finalmente lo había recibido en el “sufrimiento de Dios en este mundo.”