Jornada Mundial de la Vida Consagrada: «En su amor esponsal a Cristo, los religiosos son un signo para el mundo»

[vc_row][vc_column][vc_column_text]El 2 de febrero, la Iglesia celebra la «Jornada mundial de la vida consagrada» 

Fue un momento emocionante, cuando el joven carmelita Christo hizo su profesión perpetua. Sus padres le acompañaron al altar, del mismo modo que en una boda tradicional africana se entrega el hijo a la esposa. Aquí, los padres entregaron al hijo a la Iglesia. La alegría de sus hermanos de profesión y de los fieles no conocía límites. Al día siguiente fue ordenado, en la catedral de Bouar, de diácono; su hermano de hábito Odilon, de sacerdote.

Raras veces hay buenas noticias procedentes de la República Centroafricana. Este país, asolado por las crisis, ocupa el último lugar en el «Human Development Index» y se encuentra, dos años tras finalizar la guerra civil, todavía en un 80 por ciento en manos de diversos grupos armados. Una y otra vez estalla la violencia, que obliga a huir a miles de personas. También el día de la ordenación de los dos carmelitas la alegría se vio empañada: dos hombres armados con metralletas irrumpieron en el terreno del Carmelo de Bouar-Yolé y tomaron prisionero al guardia. Amenazaron al padre Marcello Bartolomei y al padre Aurelio Gazzera; sin embargo, estos consiguieron llevar a los atacantes a la puerta y echarles; los atacantes, armados, alborotaron y dispararon, pero  se quedaron fuera.

En este país, en el que los religiosos y las estaciones de misión son una y otra vez víctimas de ataques y asaltos, sin embargo florecen las vocaciones. En la orden carmelita, 27 jóvenes se preparan para entregar su vida a Dios por completo. Esto exige valentía, pues los religiosos son los que —frecuentemente jugándose la propia vida— se comprometen por la paz y la reconciliación. «Mi única arma es la oración», resume Aurelio Gazzera, padre carmelita procedente de Italia.

La Fundación Pontificia «Aid to the Church in Need» apoya la formación de estos jóvenes carmelitas en la República Centroafricana y ayuda a religiosas y religiosos en todo el mundo. El padre Martin Barta, Asistente espiritual internacional de la Fundación, dice: «ACN apoya en todo el mundo a personas consagradas, que son la fuerza oculta de la misión, no solo por sus obras caritativas y pastorales, sino sobre todo por su oración y su entrega a Dios; sin ellos, no podríamos dar frutos duraderos, pues el secreto de un fruto realmente duradero en la misión —aunque los frutos no lleguen sino más tarde— es “permanecer en Jesús”. La fecundidad de la acción de la Iglesia depende, por tanto, de la unión con Él. Jesús nos promete: “El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto”».

La «Jornada mundial de la vida consagrada» recuerda —sigue diciendo Barta— que hay personas que «de modo especial, permanecen en Jesús, que se consagran a Él, a quien se nos entrega sin reservas. En su amor esponsal a Cristo, son un signo para el mundo de que la unión con Él hace que nuestra vida sea lograda, fecunda y realmente feliz».[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

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