Los desafíos a los que se enfrenta la Iglesia católica en Asia y Oceanía son múltiples y varían grandemente a escala regional. En muchas zonas, la pobreza y las catástrofes naturales dificultan la vida de la población y también el trabajo de la Iglesia. El éxodo rural y la migración predominan en muchos lugares. Pero numerosos cristianos también sufren los efectos de la discriminación social, movimientos nacionalistas y sistemas de gobierno autoritarios. En 2022, ACN ayudó a las iglesias locales de esta región con un presupuesto total de 15.7 millones de euros.
En la mayoría de países de Asia y Oceanía, los cristianos son una minoría y se ven enfrentados con frecuencia a la discriminación y a la marginación social. En algunos países, el cristianismo es visto como una influencia nociva del extranjero que amenaza la hegemonía del partido político gobernante o la supuesta unidad religiosa de la nación. La posición de los cristianos suele ser especialmente difícil bajo regímenes autocráticos y movimientos populares nacionalistas.
La Iglesia también necesita ayuda en las antiguas repúblicas soviéticas de Asia central. En ellas, la reconstrucción de las estructuras eclesiales se sigue llevando a cabo 30 años después de la caída del comunismo.
Donde los cristianos son una minoría, la discriminación suele ser parte de su vida cotidiana

Pese a su condición predominante de diáspora, la Iglesia de Asia y Oceanía mira al futuro con esperanza. Asia es el único continente del mundo —con excepción de África— en el que el número de sacerdotes y religiosos va en aumento. En Asia viven alrededor de un 30 por ciento de los seminaristas de todo el mundo. ACN ayuda a las iglesias locales a reforzar su presencia y a desempeñar sus diversas tareas. Además de financiar la formación de sacerdotes, religiosos y laicos, ponemos el foco en la pastoral familiar y juvenil, ya que la desintegración y el desarraigo de las familias, junto con la falta de perspectivas que eso conlleva para los jóvenes, son otros de los grandes retos para la Iglesia en la región de Asia y Oceanía.
Asimismo, en el año de referencia ACN pudo responder afirmativamente a numerosas peticiones de ayuda para la construcción y la renovación de edificios eclesiales, la donación de material de catequesis y la compra de vehículos.