[vc_row][vc_column][vc_column_text]El P. Kisito Konate desempeña muchas tareas: no solo es el párroco de la parroquia de San José, que abarca un territorio con un radio de más de 50 kilómetros y que cuenta con catorce filiales, sino que también preside la Comisión de la Familia de la Diócesis de Nouna. Además, también es el secretario general de la Pastoral familiar de la Conferencia Episcopal conjunta de Burkina Faso y el país vecino de Níger.
A este sacerdote le preocupa el hecho de que también en su país las familias entren cada vez más frecuentemente en crisis, y que aumente exponencialmente el número de niñas embarazadas. “En la ciudad, casi cada familia numerosa cuenta con una niña que ya es madre, y cada año son más”, informa el párroco Konate. Esto provoca heridas psicológicas en las niñas abandonadas, problemas en la familia y un mayor riesgo de pobreza y malas perspectivas de futuro tanto para las jóvenes madres como para sus hijos. “La Iglesia debe encontrar la manera de solucionar estos problemas”, dice. “También Jesucristo, el Hijo de Dios, vivió con María y José en una familia humana. Cuando se promueve a la familia se trabaja en aras de un mundo mejor”.
Para prestar su servicio, el párroco tiene que recorrer largos caminos. Ahora, gracias a la ayuda de nuestros benefactores, que han donado 24.000 euros, dispone de un vehículo con el que realizar los trayectos de forma más segura y rápida. Esto significa que puede atender a los creyentes con mayor frecuencia y que puede ayudar a más personas. El P. Konate da las gracias a todos los que han contribuido a ello.
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