Königstein – 4 de noviembre de 2016. Tres años después de que el tifón Yolanda devastara las Filipinas, la Fundación «Aid to the Church in Need» hace balance: la Fundación Pontificia Internacional ha aportado a las diócesis afectadas más de 1 millón de euros. Estos fondos de ayuda se emplearon como ayuda de emergencia y para la reconstrucción de iglesias y edificios religiosos. Solo en la archidiócesis de Palo, en la isla de Leyte, se han podido reconstruir ya 10 iglesias destruidas total o parcialmente. Según datos aportados por la archidiócesis, el tifón dañó a 72 de las 76 iglesias.
En una carta dirigida a «Aid to the Church in Need», el Arzobispo de Palo, Mons. John F. Du, da las gracias a los donantes: «Han reforzado nuestra fe al saber que Dios nunca nos olvida, porque se mostraron dispuestos a responder a la llamada de Dios para ayudarnos. Gracias por haberlo hecho en el momento en que más les necesitábamos».
Con el tifón Yolanda, internacionalmente conocido también como Haiyan, murieron el 8 de noviembre de 2013 unas 10.000 personas en las islas filipinas de Leyte y Samar; aproximadamente 4,3 millones perdieron sus hogares. El elevado número de muertes se debe principalmente a las marejadas producidas por el ciclón; la razón de las devastadoras destrucciones en las ciudades y poblaciones cercanas a la costa son principalmente las fuertes ráfagas de viento. Con ocasión del tifón se midieron velocidades del viento de hasta 380 km/h. Quedaron destruidos, entre otros edificios, tanto la catedral de Palo como el aeropuerto de Tacloban, la capital de la provincia Leyte.
Aún hoy, el tifón Haiyan está considerado como uno de los ciclones tropicales de mayor intensidad que han podido observarse desde que se registra el tiempo de modo fiable.
La Fundación Pontificia Internacional continuará ayudando a las obras de reconstrucción de la Iglesia en las Filipinas, por ejemplo del seminario mayor en la archidiócesis de Palo.