La Prelatura de Cristalandia, ubicada en el centro occidental de Brasil, se extiende por un gigantesco territorio que con sus 62.000 kilómetros cuadrados es mayor que algunos países europeos. Allí hay 17 parroquias cuyos 177.000 creyentes católicos viven muy dispersos y son atendidos por solo 16 sacerdotes. Las distancias son enormes, por lo que la pastoral es todo un reto.
Esta situación favorece a las sectas neopentecostales, que se extienden por todo Brasil. Construidos con el “diezmo” obligatorio de sus seguidores, los templos surgen como setas en prácticamente todas las localidades.
El Obispo, Mons. Wellington de Queiroz Vieira, que dirige la prelatura desde el año pasado, quiere estar cerca de los creyentes, por lo que se desplaza a menudo para visitar todas las parroquias. Además, quiere fortalecer en general la pastoral en su prelatura, y para ello se ha propuesto mejorar la formación de los catequistas e intensificar la catequesis para que los creyentes estén más profundamente arraigados en la fe católica. Quiere promover la preparación para el bautizo y para el matrimonio, y apoyar más a las familias para ayudarles a vivir el matrimonio y la familia no como “una opción entre varias”, sino como vocación. También se propone intensificar la oración en las familias, pues, como él dice, la familia es la primera y mejor “escuela del amor y la fe” a la que asisten los niños desde el principio. Además, quiere que los cursos bíblicos contribuyan a que la gente conozca mejor la Buena Nueva. Finalmente, también se ha propuesto reforzar la pastoral juvenil y vocacional.
Para las gigantescas distancias que tiene que recorrer en su prelatura para visitar a sus creyentes, el Obispo necesita un vehículo robusto y apto para todos los terrenos, porque las carreteras de este territorio mayoritariamente rural dejan mucho que desear. Por este motivo nos ha pedido ayuda, y nosotros queremos contribuir con 15.600 euros a que pueda adquirir un coche apropiado.