Durante largo tiempo, Bolivia fue considerada el país más pobre del continente sudamericano, y aunque la situación económica haya mejorado ligeramente, amplias partes de la población no se han beneficiado de este repunte. Así ocurre también en Cochabamba, la cuarta ciudad más grande del país. Ciertamente, se ha convertido en un centro industrial, pero muchos de sus habitantes siguen viviendo en la pobreza, y el éxodo rural agrava el problema, porque cada vez más gente acude a la ciudad.
En dos parroquias de Quillacollo, una ciudad ubicada en el oeste del departamento de Cochabamba, trabajan desde 2005 las Carmelitas del Sagrado Corazón de Jesús. A diferencia de las Carmelitas Descalzas -más conocidas, contemplativas y fundadas por Santa Teresa de Ávila-, las Carmelitas del Sagrado Corazón son una congregación activa. Las cinco Hermanas de Cochabamba han abierto un centro educativo para niños, jóvenes y mujeres, donde ofrecen cursos de alfabetización y enseñan habilidades a las mujeres para que puedan ganarse el sustento para sus familias. Además, preparan a los niños para la Primera Comunión, acompañan a niños, jóvenes y adultos en su camino de fe, organizan retiros y desempeñan un importante papel en este territorio aquejado por la escasez de clero y donde las parroquias son muy grandes. Finalmente, asesoran y apoyan a mujeres que son víctimas de la violencia doméstica.
Estas religiosas nos han pedido una contribución a sus gastos de manutención, pues tienen que pagar los gastos de viaje, la atención médica, la comida, etc. Nosotros les hemos prometido 2.170 euros.