Obispos, sacerdotes y miembros de órdenes religiosas que se encuentran en el país devastado por la guerra han escrito agradeciéndole a ACN y a sus benefactores, el apoyo financiero, material y espiritual brindado durante el conflicto.
La fundación internacional Aid to the Church in Need (ACN) ha incrementado su paquete de apoyo de emergencia a la Iglesia católica en Ucrania en 300.000 euros, para ayudarle a afrontar los retos que plantea la guerra que se libra actualmente en su territorio.
El día que comenzó la invasión de Ucrania, ACN anunció un paquete de apoyo de emergencia de 1 millón de euros. Ahora se ha aumentado a 1,3 millones.
Esta ayuda financiera se ha distribuido a la Iglesia católica de ambos ritos, a las órdenes religiosas y a los proyectos sociales gestionados por la Iglesia en todo el país. Especial atención ha recibido las diócesis del este, donde los combates han sido más graves, pero también en partes del oeste que tienen que hacer frente a la afluencia de refugiados que huyen de la zona de combate. En la capital, Kiev, que ha sido bombardeada, la Iglesia también está recibiendo apoyo financiero para ayudar a los más necesitados.
ACN comenzó su apoyo a los cristianos ucranianos en el exilio en 1953. Tras la restauración legal de la Iglesia en 1990, después de años de persecución, la ayuda de ACN fue crucial para ayudar a reconstruir la vida de la Iglesia. Cuando comenzó la actual invasión, la organización tenía muchos proyectos en Ucrania, entre otros la formación de 900 seminaristas, el mantenimiento de infraestructuras y el apoyo a miembros de órdenes religiosas que ayudan a los más pobres y necesitados con asistencia material, económica y espiritual. Ucrania es uno de los países que más ayuda ha recibido de ACN en los últimos años. En 2020, sólo India recibió más apoyo financiero. Antes, Ucrania ocupaba el cuarto lugar, después de India, Siria e Irak. Con el estallido de la guerra, los proyectos ucranianos se han vuelto más urgentes que nunca. ACN mantiene contacto permanente con sus socios de proyectos en Ucrania y también coopera estrechamente con otras organizaciones que trabajan sobre el terreno.
«Especialmente ahora, ACN tiene que asegurar la presencia de sacerdotes, religiosas y religiosos entre su gente. En las parroquias, con los refugiados, en los orfanatos y hogares de ancianos que se enfrentarán al reto de sobrevivir en un clima de alza de precios como resultado de la guerra», dice el presidente ejecutivo de ACN, Thomas Heine-Geldern.
«La gente necesita consuelo, fuerza y apoyo”, añade Heine-Geldern. “Esta ayuda de emergencia de ACN -continúa Heine-Geldern- fortalecerá a la Iglesia católica en Ucrania en su compromiso de permanecer en el terreno y seguir sirviendo a su rebaño haciendo frente a la guerra material y económica».
En una reciente entrevista con ACN, monseñor Stanislav Szyrokoradiuk, obispo de Odesa, agradeció a todos los que han mostrado su apoyo desde que comenzó la guerra, diciendo: «Estoy muy agradecido por todo el apoyo político y la solidaridad que hemos recibido. Me gustaría agradecer especialmente a ACN. Fue la primera organización que me preguntó: ‘¿Qué debemos hacer? ¿Cómo podemos ayudar? Gracias por esta disposición a ayudar».
Este sentimiento es compartido por monseñor Jan Sobilo, obispo auxiliar de Járkov-Zaporiyia, en el este de Ucrania. «La fundación siempre está con nosotros. Incluso si llega lo peor de lo peor, por favor, sigan ayudándonos», dijo monseñor Sobilo. Por su parte, monseñor Pavlo Honcharuk, obispo de la misma diocesis, que permanece en la ciudad de Járkov, que ha sufrido una gran destrucción, envió un mensaje a ACN diciendo «estamos muy agradecidos por la movilización de tantas personas, no sólo en toda Ucrania, sino también en el extranjero. Me gustaría agradecer especialmente a los benefactores que, a través de ACN, viven su vocación de mostrar misericordia y amor. Les agradezco sinceramente a todos, a todo el equipo de ACN, a todos los empleados, voluntarios y benefactores».