El Estado sudafricano sin acceso al mar de Zambia es uno de los países africanos más estables. Con casi un 90 por ciento de la población, los cristianos representan la mayoría de los aproximadamente 17 millones de habitantes. Sin embargo, sólo en torno a una quinta parte de la población es católica, mientras que la mayoría de los cristianos pertenecen a diferentes comunidades protestantes.
La Iglesia Católica se enfrenta allí a grandes desafíos: mientras que en el pasado la vida de Iglesia la sustentaban sobre todo misioneros extranjeros que recibían apoyo material de sus países de origen, hoy día son cada vez más los obispos y sacerdotes nativos los que asumen esta responsabilidad. En Zambia, las infraestructuras son deficientes en muchos lugares, las parroquias abarcan enormes territorios y los creyentes viven muy dispersos, por lo que se necesitan muchos más sacerdotes para atenderlos. Al mismo tiempo, las sectas impulsan una misión contundente y fascinan a muchas personas con mensajes de salvación simples que prometen éxito, riqueza y salud, mensajes con los que también captan a católicos. Sobre todo tienen éxito cuando, debido a la falta de recursos y a las grandes distancias, la atención pastoral no es lo suficientemente intensa como para que la gente se sienta realmente arraigada en la iglesia.
Por ello, la Iglesia en Zambia necesita sobre todo más sacerdotes, pero para poder formar a los sacerdotes, también tienen que darse las condiciones. En el seminario mayor de San Agustín en Kabwe, casi 90 jóvenes varones se preparan para la ordenación sacerdotal, pero el edificio que los alberga, que data de la década de los cincuenta, necesitaba desde hace años una urgente renovación. Las grietas en las paredes, los azulejos y partes del techo que se caían, la canalización en mal estado… todo esto hacía que la vida allí fuera difícil y, a veces, incluso peligrosa. Sobre todo las instalaciones sanitarias necesitaban urgentemente un saneamiento. Gracias a la ayuda de nuestros benefactores, que donaron 14.900 euros, fue posible renovar los baños y reemplazar las tuberías. Los futuros sacerdotes dan las gracias de todo corazón a todos los que han contribuido a ello.
Referencia: 159-02-19