«Aid to the Church in Need» ha apoyado una conferencia católico-ortodoxa sobre la adicción
A comienzos de octubre se celebró en San Petersburgo (Rusia) una conferencia ecuménica internacional sobre la adicción y la pastoral para personas enfermas de adicciones. La Fundación Pontificia «Aid to the Church in Need» apoyó la reunión desde el punto de vista material y económico. Fue organizada por el Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado ortodoxo ruso en Moscú y por diferentes organizaciones católicas y ortodoxas que tratan la problemática de las adicciones.
Con el título «La noción teológica de los problemas de la adicción: el punto de vista católico y ortodoxo» debatieron participantes de ambas confesiones de Rusia, Estados Unidos, Alemania, Países Bajos, Polonia, Bielorrusia, Rumanía y otros países. El encargado de cuestiones relacionadas con las adicciones en el Patriarcado de Moscú, el obispo Mefodij (Kondratjev), se ocupó de dirigir la conferencia. Ya en 2017 se celebró en el seminario sacerdotal católico de San Petersburgo un intercambio católico-ortodoxo de opiniones en torno al tema adicciones y prevención.
Colaboración en protección de la vida, terapias contra la adicción y ayudas a los cristianos en Próximo Oriente
«La conferencia ha sido un foro importante, en el que representantes de ambas Iglesias no solo han tratado el tema de modo teórico, sino que también han intercambiado sus experiencias prácticas», ha comentado el responsable de Rusia de ACN, Peter Humeniuk. Esta última reunión ha sido un resultado más del grupo de trabajo católico-ortodoxo iniciado por ACN, que a su vez surgió a raíz del histórico encuentro entre el Papa Francisco y el Patriarca Cirilo celebrado en La Habana el mes de febrero de 2016. Este grupo de trabajo ha organizado ya varias reuniones sobre cuestiones relativas a la protección del no nacido y al combate contra la drogodependencia. Especialmente el tema de la adicción es una cuestión complicada por lo que afecta a la pastoral en la Iglesia occidental y oriental, dijo Humeniuk. «Esperamos que el intercambio ecuménico y la colaboración ayuden a las personas afectadas y a sus parientes a salir de la oscuridad en la que han caído como consecuencia de su dependencia».
Según datos facilitados por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) cada año consumen drogas ilegales, en todo el mundo, más de 250 millones de personas, añadió Humeniuk. Todos los años fallecen, según la OMS, 200.000 personas debido al consumo de drogas y unos 3 millones por el alcoholismo. «Las cifras de los fallecidos por causa de las drogas y del alcohol equivalen, cada año, al número de habitantes de una metrópoli como Madrid. La cuestión de las adicciones es un problema mundial», subrayó Humeniuk. «La Iglesia católica y la ortodoxa pueden hacer mucho a nivel local; por ejemplo, pueden ofrecer puntos de contacto para personas que buscan ayuda, creando así una infraestructura eficaz más allá de lo meramente externo. Esto puede decirse no solo de cuestiones relacionadas con las adicciones. Estas cuestiones concretas ofrecen una oportunidad a la Iglesia de Cristo, pero también a otras religiones, de reunir sus ricas posibilidades y experiencias en un plano local y práctico. Las instituciones públicas, solas, no pueden superar esos problemas y tienen otro modo de actuar»
El Vicario general de la archidiócesis católica romana de Moscú, el P. Kirill Gorbunov, presentó el documento «La Iglesia: drogas y drogodependencia», publicado en 2002. Dijo que este instrumento de trabajo puede servir también de punto de partida para la Iglesia ortodoxa, sobre todo por lo que se refiere a las recomendaciones sobre el trato de sacerdotes con personas enfermas debido a la adicción. «Es importante la capacidad de aceptar a las personas y de escucharlas», explicó Gorbunov. Y continuó diciendo que ha vivido la experiencia de que las personas dependientes de adicciones tienen frecuentemente una fuerte necesidad de vida espiritual. «El sacerdote ha de responder a esa demanda», añadió el Vicario general, pues la parte más importante del planteamiento sacerdotal consiste en «dar ayuda para la esperanza».
Está prevista una guía ecuménica para ayudar a los futuros sacerdotes en el trato con personas con dependencia
El Rector del seminario sacerdotal católico «María, Reina de los Apóstoles» de San Petersburgo, el padre Konstantin Perederiy, hizo referencia a la colaboración entre católicos y ortodoxos que ya existe en este terreno. Un proyecto especialmente interesante —continuó diciendo— es la elaboración de un programa para los seminarios sacerdotales de ambas Iglesias, a fin de preparar mejor a los seminaristas de cara a su futura labor pastoral en el trato con los problemas de las personas enfermas debido a las adicciones.
Entre los participantes se encontraba también el sacerdote ortodoxo ruso Sergej Belkov, quien desde hace unos veinte años dirige con éxito un centro para drogodependientes cerca de San Petersburgo. Muchos de ellos han encontrado curación allí, en un ambiente familiar y siguiendo una vida ordenada y caracterizada por la oración y la vida espiritual. ACN apoyó este proyecto desde un principio. Desde hace 25 años, la Fundación Pontificia está empeñada en el diálogo con la Iglesia ortodoxa rusa. La iniciativa se debió al santo Papa Juan Pablo II.