El Arzobispo siro-ortodoxo Mar Nicodemus Daoud Sharaf encabeza la Archieparquía de Mosul y la Iglesia Siro-Ortodoxa. En esta entrevista, realizada por Ragheb Elias Karash para la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, el Arzobispo habla sobre la difícil situación de los cristianos en el norte de Iraq.
¿Cómo es la situación actual de la comunidad cristiana en la llanura de Nínive y en Mosul? ¿Cuántos cristianos han retornado a la región tras la caída del Estado Islámico (ISIS)?
Para empezar, el número de familias que han retornado a Mosul no excede los 60 (!). Y estas familias lo han hecho porque sus hijos tenían que volver a la escuela y a la universidad. Algunos cabezas de familia son funcionarios que se han visto obligados a regresar para mantener sus empleos. Pero esto no significa que estas familias se encuentren en una situación segura y estable, pues no hay garantías para su seguridad y su futuro allí.
Necesitamos ayuda de las autoridades nacionales e internacionales para que no se retomen las actividades criminales contra los cristianos de antes de 2014 y de la invasión del ISIS. Un ejemplo: un agente de aduanas se ha apropiado de cinco negocios que son propiedad de nuestra Iglesia en Mosul y se niega a restituírnoslos con el argumento de que somos infieles. Varias conversaciones con autoridades gubernamentales centrales y regionales no han servido de nada. Esto confirma que sigue presente un extremismo religioso y un atraso social.
¿Y qué hay de la llanura de Nínive?
Comparada con la de Mosul, la situación es algo mejor en la llanura de Nínive. Unas 5.200 familias han retornado a Qaraqosh; 1.169 a Bartella; 350 a Karamless; 456 a Baishika y Bahzani; unas 973, a Teleskuf. Todas estas cifras son estimaciones, porque la situación en la zona sigue caracterizada por la dispersión y porque evoluciona constantemente.
¿Cuáles son los mayores retos que afrontan los cristianos en la región?
Hay una importante afluencia de musulmanes chiíes a la región, y esto está teniendo un gran impacto. Esto tiene que ver con el papel de las tropas y milicias chiíes en la liberación de nuestras ciudades y su retorno al control del Gobierno iraquí. Pero esta batalla contra el ISIS fue una obligación patriótica, y no significa que estos combatientes puedan hacerse ahora con nuestro territorio. Los cristianos tienen miedo y no tienen confianza en el futuro, en parte, debido a esta evidente codicia.
¡Los chiíes shabak están empezando a decir que somos sus enemigos! Están presionándonos para que abandonemos nuestra región y ciudades. Eso sería un desastre humanitario. En Bartella, los chiíes shabak están realizando un proyecto residencial de 25 acres: ¿quién vivirá allí? Esto significa que hay un plan para traer a gente de fuera a la región. ¿Acaso esto no es una amenaza para la seguridad de la región y para las comunidades cristianas? Somos muy pesimistas en relación con dicho proyecto, y pedimos a todas las partes afectadas que intervengan, porque esto amenaza con cambiar la demografía de la región.
La semana pasada se abrió una oficina del Partido Islámico Dawa en Bartella. ¿Qué significa esto?
Desconocemos los motivos reales, pero todos los ciudadanos cristianos se preguntan por qué un partido islámico se establece en una región exclusivamente siro-cristiana. Creo que la respuesta está clara: lo que se pretende es causar inquietud y desestabilizar la situación de seguridad para echar a los cristianos que quedan y hacerse con sus tierras. Esto es lo que ocurrió hace años en las provincias meridionales de Iraq y en las ciudades de Tikrit, Bagdad y Hillah. Esto es muy peligroso. La sede se ha abierto en Bartala con una ceremonia de apertura en Qaraqosh, donde también quieren abrir una filial (!).
Si no hubiera un plan para amenazar la presencia cristiana en la llanura de Nínive, ¿por qué iba este partido a abrir sus puertas en nuestra zona, mientras que en la vecindad hay unos 15 poblados de musulmanes shabak? ¿Por qué no han abierto la oficina del partido Dawa allí? Esto atraerá a nuestro territorio a otros partidos islámicos, que amenazan con destruirnos.
¿Qué teme que vaya a ocurrir?
Si los partidos islámicos siguen presionando con la intención de desplazar a población musulmana hacia las regiones y ciudades cristianas, y si los cristianos carecen de recursos legales y de protección de sus derechos, muchos de los nuestros querrán abandonar el país. Irak perderá a todos sus cristianos y, con ello, nuestro compromiso con la convivencia fraternal y pacífica, el antiguo y auténtico legado de nuestra fe.
¿Qué hay que hacer?
Nosotros pedimos protección legal internacional y nacional para nuestra gente y nuestras ciudades, lo cual es uno de los derechos humanos más fundamentales. También exigimos que el Estado iraquí provea garantías concretas y se comprometa a limitar estos abusos y violaciones de los derechos humanos de los cristianos. Además, apelamos al Gobierno de Bagdad para que establezca una presencia de fuerzas de seguridad en las zonas no cristianas de la llanura de Nínive, para que las comunidades cristianas no tengan que hacerse cargo de nuestra protección. Sólo cuando se reúnan estas condiciones, los cristianos podrán vivir con dignidad, en paz y seguros.
¿Cuál es su mensaje a Occidente?
Mi primer mensaje se dirige a los cristianos. Digan al mundo que los cristianos son un ejemplo de coexistencia pacífica, de amor y paz. Estrechen las manos de nuestro pueblo cristiano en Iraq. Por favor, escúchennos y pidan a sus Gobiernos que nos apoyen para mantener nuestra esperanza con vida y para darnos la confianza de que podremos vivir seguros en este país.
A los Gobiernos occidentales les digo: ayúdennos por el bien de la humanidad, y no por beneficio material. Hagan todo lo que está en su poder para ayudarnos y para animarnos a quedarnos en nuestro país.
La Fundación Pontificia Internacional Aid to the Church in Need (ACN) trabaja actualmente para que los cristianos puedan volver a sus antiguas casas en Irak. Con su llamamiento «Regreso a las raíces», ACN participa en un amplio programa para reconstruir las casas y las iglesias de los cristianos que han perdido sus raíces en la llanura de Nínive, situada no lejos de Mosul. Y lo viene haciendo con éxito: un tercio de los cristianos que vivían en el exilio han vuelto ya a sus casas de la llanura de Nínive.
Siria |
12 diciembre, 2024