La Diócesis de Tezpur está situada en el estado indio nororiental de Assam, conocido por su producción de té. Sus aproximadamente 195.000 católicos representan una pequeña minoría entre los 84 millones de habitantes, y la mayoría de ellos pertenecen a varias tribus indígenas y trabajan en las plantaciones de té o son pequeños campesinos. Apenas hay otras oportunidades de trabajo, por lo que el desempleo es alto. Además, muchas personas no saben leer ni escribir, y, por lo tanto, no logran romper el círculo vicioso de la pobreza y el desempleo. Las familias viven en pequeñas cabañas en condiciones poco higiénicas, por lo que las enfermedades se propagan fácilmente. No hay agua corriente ni electricidad en los pueblos, y apenas hay transporte público.
La Iglesia Católica acompaña a la gente en todas sus necesidades, y los sacerdotes anuncian la Buena Nueva de Cristo, que es bien recibida por muchas personas. Los fieles participan activamente en la vida de Iglesia. Pero los sacerdotes también hacen tangible el mensaje de Cristo con actos concretos de caridad y mediante la formación, la ayuda al desarrollo y la educación, ayudando así a los pobres a escapar de la miseria.
Los 113 sacerdotes de la Diócesis de Tezpur tienen mucho que hacer, pero como la Iglesia en la región también es pobre, el Obispo, Mons. Michael Akasius Toppo, nos pide ayuda y nos escribe: “Intentamos llevar el mensaje redentor de Cristo a la gente de todas las tribus y lenguas, pero necesitamos una mano amiga. Confiamos en que vuestro valioso apoyo será un estímulo para nuestros sacerdotes y, a su vez, para nuestras comunidades católicas. Confío en vuestra generosidad, y por eso os envío esta solicitud de estipendios de Misa. Nuestros sacerdotes siempre os estarán agradecidos y rezarán por vosotros en el altar del Señor”.
Los estipendios de Misa tienen una larga tradición en la Iglesia: los sacerdotes celebran la Santa Misa por las intenciones de la persona que ha rogado por ello, por ejemplo, por un enfermo o por los miembros fallecidos de de una familia. Sin embargo, la cantidad de dinero que el solicitante ofrece es un regalo voluntario por gratitud y un signo de unión, y no un “pago” por la Misa. Para muchos sacerdotes de países pobres, estos dones suponen una importante contribución a su sustento y a la labor parroquial.
A nosotros nos gustaría apoyar a los 113 sacerdotes de esta diócesis pobre en lo material con estipendios de Misa por un total de 30.000 euros.
