La fundación pontificia internacional Aid to the Church in Need (ACN) ha hecho balance de los frutos de su campaña “Let’s Be One” (Seamos uno) lanzada en la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia del 26 y el 31 de julio. El objetivo de la campaña era concienciar acerca de la situación de los jóvenes católicos que no pudieron acudir a la JMJ en Cracovia. La iniciativa fue recibida con gran entusiasmo: 3.000 postales escritas en 23 lenguas por los participantes de la JMJ a jóvenes de cien países, especialmente a aquellos que sufren persecución o guerra.
Durante la JMJ voluntarios de ACN informaron sobre la situación de la Iglesia que sufre en todo el mundo en un pabellón (stand) del “Centro de Vocación”. Los jóvenes que se acercaban a la caseta de ACN fueron invitados a mostrar su solidaridad y unidad en la oración mediante la redacción de una postal dirigida a un país de su elección. ACN se encargará ahora de hacerles llegar las postales a través de sus socios de proyectos a los jóvenes de dichos países.
Muchos de los mensajes con promesas de oraciones van dirigidos a Siria e Iraq. Melisa de Panamá (el siguiente país que organizará la JMJ en 2019), escribe al pueblo sirio:
“En estos momentos, mi corazón está pleno de un amor que quiero entregaros. Quiero deciros que Dios os ama infinitamente, y que yo también os amo. Dondequiera que estéis, mi corazón, mi fuerza y mis oraciones estarán con vosotros. El espíritu de nuestro Señor Jesucristo es la luz y la fuerza que os une a mí. Espero que encontréis la paz que solo Él puede conceder. Siempre estaré con vosotros. Melisa.”
El mensaje de Verónica, de Polonia, está dirigido a Iraq, país de donde solo 200 jóvenes pudieron trasladarse a la JMJ de Cracovia. Dice así:
“Soy joven, pero creo que puedo hacer mucho por la paz en el mundo. Estoy triste por no poder encontrarme con vosotros en Cracovia. Aquí todos quieren conoceros y estoy segura de que todos rezan por vosotros y por vuestro país. Pienso en vosotros. Jesús está con vosotros. ¡Sed FUERTES!”.
Muchos mensajes van dirigidos a países que sufren a causa de la pobreza, la inestabilidad política y la guerra como, por ejemplo, Sudán del Sur, donde desde 2013 la guerra civil se ha cobrado cientos de miles de vidas y ha provocado el desplazamiento de un millón de personas. ACN recibió la noticia los primeros días de la JMJ que a ninguno de los 18 participantes de Sudán y Sudán del Sur se le había concedido un visado, por lo que al final ningún joven de estos dos países pudo asistir. Melanie de Alemania escribe a estos jóvenes de Sudán del Sur lo siguiente:
“Estoy feliz de estar aquí en la Jornada Mundial de la Juventud, pero también me da mucha lástima que para vosotros no sea posible estar aquí. Rezaré por vosotros y vuestros amigos que no habéis tenido la posibilidad de venir. Y también voy a rezar por la paz en el mundo y en vuestro país”.
María, de España les escribió a los sudaneses, país del norte con gran mayoría musulmana y donde muchos de los cristianos están discriminados:
“Quiero que sepáis que, para mí, sois muy valientes por tener una fe tan firme que estáis incluso dispuestos a arriesgar vuestras vidas por ella. Sé que podemos aprender mucho de vosotros y esta es la razón por la que rezo por vosotros, para que un día podáis vivir la experiencia de la JMJ. Así podríais comprobar que no estáis solos. Con todo mi amor, María”.
Entre las postales hay muchos mensajes extremadamente conmovedores redactados por jóvenes participantes de la JMJ que proceden de países en los que la Iglesia también sufre necesidad:
“Querido amigo, estoy tan contento de tener la oportunidad de escribirte. Quiero que sepas que Dios es amor y misericordia para todos nosotros. Rezo por ti de forma especial. Eres único y Dios te ama”,
escribe Salome de India a un joven de Kenia. Y a Níger va dirigido este mensaje de Alejandra:
“Querido amigo, quiero que sepas que hay alguien que te quiere mucho, que reza y se ocupa siempre de ti: su nombre es Jesucristo. Dios te bendiga. Aquí tienes a una amiga de Bolivia que reza por ti: yo misma”.
La solidaridad se plasmó también en los mensajes de jóvenes de países con crisis económicas a aquellos países que, hasta hace poco, no eran considerados necesitados, pero que, debido a la avance de la actividad terrorista, han experimentado un cambio dramático en su situación. Así, por ejemplo, Wilmen de Venezuela, muy preocupado por la actual crisis económica y política en su propio país, escribe:
“Para Francia, para que no haya más terrorismo contra las vocaciones sacerdotales. Quiera el Señor en Su amor infinito bendeciros abundantemente con Su gracia. Quiera el Señor tocar el corazón de los terroristas para convertir el odio en paz”.
Algunos de los mensajes contienen promesas de oraciones muy concretas, como por ejemplo, el del P. Andrew de EE.UU. que escribe para los católicos Vanuatuenses en el Océano Pacifico sur:
“Os tengo presentes en mis oraciones y os recordaré en la Misa de mañana. Dios os bendiga”.
Algunos de los jóvenes piden que rezaran por ellos mismos, como este seminarista polaco:
“Soy el hermano Celestino, soy franciscano y estoy preparándome para ser sacerdote. Quiero trabajar en Tierra Santa. Os ruego que recéis por mí y, por mi vocación. Yo rezo por vosotros y os amo”.
También hay postales dirigidas a los protagonistas de los vídeos de la campaña “Let’s Be One”. Estos vídeos se mostraron por internet y también en las grandes pantallas antes de los encuentros multitudinarios con el Papa Francisco. Majeda de Israel, Carlos de Cuba, Alex de Kenia, Martin de Iraq, Anette de Papúa Nueva Guinea y Michał de Polonia han recibido postales de jóvenes peregrinos que les dan las gracias por su inspiración, por su labor, por su alegría pese a todas las dificultades. A pesar de que no pudieron asistir a la JMJ, los participantes hicieron que estuvieran muy cercanos. Así, un peregrino escribe:
“Nos hemos encontrado con un amigo cubano que se llama Carlos. Antes de verle, estaba tan cansado y exhausto que no paraba de quejarme por todo. ¡Pero a través de Carlos recuperé la alegría! Fue una bendición de Dios”.
AIN enviará las postales a sus socios de proyectos de todos los países del mundo para que sean entregados a los jóvenes. Aunque la JMJ de 2016 haya concluido, ACN ha anunciado que la campaña “Let’s Be One” continuará, al ser esta un poderoso puente espiritual de solidaridad y amor, signo de esperanza y vida, que se tiende entre los jóvenes del mundo entero. Dominika de Polonia capta el mensaje central de lacampaña de AIN en su postal destinada a Egipto:
“Quiero compartir con los que no habéis podido acudir a la JMJ de Cracovia el espíritu presente entre nosotros aquí en estos días. Deseo que os acompañe y os ayude en vuestra vida cotidiana. Aquí os envió un pedacito del ambiente reinante en el encuentro con el Papa Francisco, que nos ha traído esperanza en días mejores”.