Sri Lanka en 2019

Alrededor de un 70% de los 21 millones de habitantes de Sri Lanka son budistas. Hay casi un 13% de hindúes, 10% de musulmanes y un 7,4% de cristianos, en su mayoría católicos. En este país insular hubo una guerra civil hasta 2009 que ha dejado heridas profundas en la sociedad.

En 2019, la Iglesia local sufrió atentados terroristas cometidos por islamistas radicales. Pero pese a los violentos ataques, la Iglesia se compromete activamente con la reconciliación de las distintas comunidades religiosas del país. ACN la apoya con proyectos de ayuda concretos. En 2019, una serie de atentados suicidas causó una gran aflicción a las comunidades católicas de Sri Lanka.

Imagen manchada con la sangre de las víctimas en la iglesia de San Sebastián, Katuwapitiya.
Imagen manchada con la sangre de las víctimas en la iglesia de San Sebastián, Katuwapitiya.

Los ataques se produjeron el Domingo de Pascua en dos iglesias católicas y una iglesia protestante, así como en tres hoteles. El terrible balance arrojó más de 250 muertos y más de 500 heridos. En las repletas iglesias fue donde hubo que lamentar más víctimas, ya que en el momento de los atentados se estaba celebrando la Misa de Pascua. Los atentados fueron reivindicados por un grupo islamista. El miedo a nuevos ataques es considerable, y las comunidades cristianas se sienten muy inseguras.

Algunas personas se sorprenden de que los católicos afectados por el terrorismo se comporten pacíficamente.

Padre Claude Nonis

Tras los atentados terroristas, la archidiócesis católica de Colombo reaccionó de inmediato con medidas de ayuda de emergencia para los heridos y los familiares de las personas asesinadas. No obstante, los supervivientes están traumatizados y afligidos, y necesitan asistencia a largo plazo. Por eso, la Iglesia desea proporcionarles tratamiento para superar el trauma y ayuda psicológica durante el tiempo que sea necesario. Sobre todo los niños que han sobrevivido a los atentados necesitan ayuda para recobrar la confianza vital. En el año correspondiente a este informe, ACN apoyó a la Iglesia con 82.000 euros para la formación de 300 consultores psicológicos capaces de ayudar eficazmente a las familias afectadas.