En tiempos de conflictos y un profundo distanciamiento de lo sagrado, la gracia de la Navidad, la celebración del nacimiento de Cristo, llena nuestro corazón de fe y esperanza. Intercambiar regalos es un acto que nos recuerda el gesto de amor de Dios Padre hacia nosotros. El nacimiento de Jesús fue un regalo de salvación para toda la humanidad. En este sentido, con la campaña Regalos de Fe te invitamos a convertir tu regalo navideño en un acto de fe y de amor, apoyando uno de los proyectos que beneficiarán a algunas comunidades con necesidades urgentes.

Recordemos que aquel que da también recibe, como nos enseña el proverbio: «El espíritu generoso prosperará; el que da de beber, también será saciado» (Proverbios 11,25). Así, cada acto de generosidad se convierte en una bendición, tanto para quien da como para quien recibe.