República Checa en 2018

La República Checa es considerada el país más ateo de Europa. En el último censo nacional realizado en 2011, casi un 80 % de sus 10,5 millones de habitantes declararon no pertenecer a ninguna religión o dejaron en blanco el campo correspondiente. Solo hay un 10 % de católicos. Las secuelas de 40 años de persecución comunista de la Iglesia han dejado heridas profundas en la Iglesia local que aún no han sanado por completo.

ACN apoya a la Iglesia en la formación sacerdotal y facilitando estipendios de misas. Y además con éxito: en algunas comunidades ya se percibe un ligero aumento en el número de creyentes. En la República Checa es la generación más joven la que más esperanzas da a la Iglesia. Muchos jóvenes se bautizan, y en las misas cada vez se ven más familias con niños pequeños. Aquí crece una nueva generación decidida a servir a Dios. Aún son pocos, pero profesan su fe con convicción.

Seminarians carry Joseph Cardinal Beran’s coffin to the Prague Cathedral.
Seminaristas transportan el féretro del cardenal Josef Beran a la catedral de Praga.

Aquí crece una nueva generación decidida a servir a Dios. Aún son pocos, pero profesan su fe con convicción. El traslado de los restos mortales del cardenal Josef Beran en abril de 2018 dio otro impulso positivo a la Iglesia y la sociedad en la República Checa.

« Aquí crece una nueva generación cristiana »

El cardenal, que pasó tres años en campos de concentración alemanes y otros 16 años encarcelado a causa de su valiente resistencia contra el régimen comunista, fue expulsado del país en 1965 y falleció en Roma en 1969. El hecho de que finalmente sus restos pudieran descansar en Praga 50 años después de su fallecimiento tuvo una gran carga simbólica para muchos checos y para la Iglesia del país. Y también para ACN ya que, durante su exilio, el cardenal fue un buen amigo y colaborador de nuestra fundación.