Latinoamérica

Pese al avance de las sectas y de las iglesias pentecostales, Latinoamérica sigue siendo considerada el “subcontinente católico” por excelencia con casi 400 millones de católicos. Pero la Iglesia se enfrenta allí a grandes desafíos. La desigualdad social, los bajos sueldos, la corrupción y un secularismo cada vez más agresivo desembocan frecuentemente en violencia y dividen a una sociedad en la que para la Iglesia cada vez es más difícil cumplir con su cometido. ACN no abandona a la Iglesia en esta situación. En el año 2022, financiamos proyectos de ayuda en el subcontinente con un total de 17,9 millones de euros.

Mapa de América Central y del Sur

A la Iglesia no le faltan fieles, sino parroquias y personal suficientes

A las iglesias locales les preocupa sobre todo el secularismo agresivo que, en muchos países de Latinoamérica, está tratando de silenciar la voz de la Iglesia, especialmente en cuestiones de protección de la vida y de la familia. Con el fin de promover la evangelización, ACN intensifica su ayuda a la Iglesia en la digitalización de los medios de comunicación católicos para que esta llegue al mayor número posible de personas y sea capaz de contrarrestar en cierta medida el abandono de la religión.

Mujer necesitada en Santa María Ixhuatán, Guatemala.
Mujer necesitada en Santa María Ixhuatán, Guatemala.

Sobre todo en las zonas rurales de Latinoamérica, caracterizadas por una pobreza extrema, la Iglesia se ve enfrentada a la creciente migración de sus habitantes. La gente se traslada a las ciudades en busca de mejores posibilidades de empleo. En ellas, el rápido crecimiento de la población provoca un aumento enorme del número de fieles. Para muchos inmigrantes, la Iglesia es a menudo el último refugio de esperanza en las metrópolis. Pero la falta de fondos provoca que no puedan crearse nuevas parroquias con la rapidez con la que se necesitan. En muchas regiones del subcontinente, la débil presencia de la Iglesia Católica, condicionada por la falta de sacerdotes, conlleva la propagación de grupos evangélicos y sectas. A esto se le añade la gran extensión de territorio abarcado por las parroquias en algunos países, lo que plantea problemas adicionales para la Iglesia. Por eso, ACN financia especialmente la formación de sacerdotes, religiosos y catequistas para garantizar la atención pastoral y reforzar la evangelización.