Una religiosa que ayuda a las familias cristianas en Siria ha revelado la gravedad de la persistente crisis que azota el país, pese al actual alto el fuego.
Königstein/Surrey, 01.03.2017. En una conversación con Ayuda a la Iglesia Necesitada, mantenida en el marco de la Conferencia Regional de 2017 en el Centro de Retiro y Conferencias Karios de Roehampton (Reino Unido) el 28 de febrero, la Hna. Annie Demerjian de la orden de las Hermanas de Jesús y María dijo: “En Siria, ninguna casa ha salido indemne de la guerra”. Y añadió: “En Alepo hay una gran carencia de electricidad, en ocasiones solo hay luz durante una o dos horas al día, y a veces, ni siquiera eso, por lo que tenemos que recurrir a las velas. Hay un problema con el combustible porque el Gobierno no es capaz de distribuirlo”. Y prosiguió: “En Alepo también sufrimos carencia de agua, vivimos en una ciudad sin agua, y a veces estamos durante un mes y medio sin ella”.
Ayuda a la Iglesia Necesitada lleva prestando una ayuda vital a las personas necesitadas a través de colaboradores de la Iglesia local desde el inicio del conflicto. Este mes, la Fundación ha anunciado que destinará más de 15.000 euros a ayuda sanitaria para 2.200 familias cristianas de Alepo.
La Hna. Annie y su equipo de voluntarios están ayudando a las familias cristianas de Damasco con artículos de primera necesidad y también con cupones de alimentos. La religiosa describió también la ayuda a los desplazados que han huido de la violencia en el norte de Siria a la capital siria: “En Damasco […] trabajamos con dos supermercados, para que las familias puedan ir y elegir lo que necesitan”.
La sede nacional de AIN en Reino Unido está destinando más de 170.000 euros a ayuda de emergencia, concretamente, a paquetes de víveres para alimentar durante tres meses a 1.500 familias de Damasco y alrededores.
La Hna. Annie manifestó su deseo de paz para Oriente Próximo: “Durante la Misa del martes de Cuaresma me di cuenta de que en Siria llevamos ya cinco años de cuaresma. Espero que un día llegue la resurrección de Siria, Iraq y Oriente Próximo”. Y también dijo: “La mano de Dios es omnipresente, incluso en los tiempos más difíciles”. Y prosiguió: “Queremos que la gente tienda un puente de paz, queremos hacedores de paz; todos nuestros partidos políticos deben unirse para tal fin”.
Más tarde, la religiosa dijo: “Para mí, es un honor hablar con vosotros y poder decir gracias a los bienhechores de AIN por todo el apoyo y por toda la ayuda que estamos recibiendo”. Y confirmó que esta ayuda es de utilidad a las familias cristianas: “No podéis imaginaros hasta qué punto estáis ayudando a las familias y hasta qué punto estáis aliviando su sufrimiento […] Estáis apoyando a nuestras familias para que permanezcan en su tierra y para que mantengan su dignidad y la vida”. Y la Hna. Annie añadió: “Gracias a Dios por todo lo que hacéis por nosotros ayudando a las familias […] Rezamos por los bienhechores de AIN de todo corazón […] Yo misma he rezado por que AIN dijera ‘sí’ a nuestras peticiones de ayuda, y, a veces, los ojos se me han llenado de lágrimas cuando las habéis aprobado”.