África

El continente africano siguió enfrentándose a grandes dificultades en 2023. Así, los yihadistas consolidaron aún más su presencia en la región subsahariana. Entre ellos hay escisiones del Dáesh y de Al Qaeda que siembran la violencia y el terrorismo. Millones de personas han huido ya de las regiones en conflicto. Por eso, ACN no solo ayuda a la Iglesia de África a desempeñar su labor pastoral en las parroquias, sino también a cuidar de los refugiados.

África sigue siendo una región geográfica prioritaria para ACN, y por muy buenas razones: en el año de referencia de este informe, África fue el continente en el que se produjeron más asesinatos de sacerdotes, religiosos y trabajadores de la Iglesia. Los secuestros de sacerdotes y religiosos están a la orden del día en numerosos países africanos y se han convertido en un medio de presión infame. Nigeria, en particular, fue testigo de otro año terrorífico con el secuestro de al menos 28 sacerdotes, religiosos y seminaristas. En cambio, un motivo de alegría fue la liberación en noviembre de 2023 del padre Hans-Joachim Lohre, misionario alemán y colaborador de ACN desde hace mucho tiempo que había sido secuestrado en Mali un año antes.

Seminaristas en el seminario sacerdotal de Mayidi, República Democrática del Congo
Seminaristas en el seminario sacerdotal de Mayidi, República Democrática del Congo

África sigue siendo un continente de esperanza para la Iglesia católica

Pese a las enormes dificultades existentes, África sigue siendo un continente de esperanza, ya que en él la Iglesia está creciendo y aún es joven. En ese continente vive casi uno de cada cinco católicos del mundo, más de uno de cada ocho sacerdotes, casi una de cada siete religiosas y casi un tercio de todos los seminaristas del planeta. La Iglesia es también la institución que, en caso de hambrunas, estallidos de violencia o inestabilidad política, permanece junto a la población ofreciendo ayuda allí donde las administraciones fracasan.

ACN financia en África principalmente la formación y capacitación de sacerdotes, religiosos y laicos, ayuda con la compra de vehículos todoterreno para la asistencia pastoral, facilita ayuda económica para la construcción de iglesias y capillas y promueve iniciativas para el fortalecimiento de la familia. Nuestra organización también apoya a la Iglesia en su labor de atención a los refugiados internos en las zonas afectadas por el terrorismo.