La iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén ha vuelto a abrir hoy, miércoles, sus puertas. El domingo pasado, los dirigentes eclesiales católicos, greco-ortodoxos y armenios decidieron conjuntamente cerrar el lugar santo por un tiempo indefinido, para protestar contra dos decisiones controvertidas de Israel. Sobre el trasfondo de la controversia habla María Lozano de la fundación pontificia internacional ‘Ayuda a la Iglesia Necesitada’ con la corresponsal en Tierra Santa de la agencia católica alemana de noticias ‘Katholische Nachrichten-Agentur’, Andrea Krogmann, que vive en Jerusalén.
¿Qué opina de la decisión de cerrar el Santo Sepulcro? ¿Ha ocurrido con anterioridad que esta iglesia se cerrara por motivos políticos?
No se trata del primer cierre de este tipo. Al menos ha ocurrido ya una vez, concretamente durante la Intifada, pero fue como señal de solidaridad con los musulmanes. Eso es, al menos, lo que aseguran los guardianes de la llave de la Iglesia del Santo Sepulcro- por tradición musulmanes – así como algunos representantes de la Iglesia. Pero se trata de un paso muy raro y también es un paso relativamente drástico.
La protesta de los dirigentes eclesiales iba dirigida contra una “campaña sistemática” contra las comunidades cristianas en Tierra Santa, así como contra una “desvergonzada violación del actual statu quo”. ¿Cómo se entiende esto? ¿Qué hay detrás exactamente?
Según el statu quo de los tiempos otomanos, las Iglesias están libres de pagar impuestos, pero Israel lleva ya un tiempo intentando cambiar esta situación. Detrás se encuentra la pregunta de por qué tampoco los negocios de las Iglesias deben pagar impuestos. Por tanto, no se trata de hacer pagar impuestos por los lugares de culto, sino por los negocios eclesiales como las casas de invitados o las escuelas. Las iglesias se resisten a este cambio aferrándose al centenario statu quo. Sobre todo la Iglesia Católica insiste en este punto en las negociaciones abiertas desde hace décadas entre Israel y el Vaticano; sobre esta cuestión, entre otras.
¿Por qué de pronto esta escalada del conflicto?
La ciudad de Jerusalén ha dado recientemente pasos concretos para imponer tasas municipales a las Iglesias. Entre otras medidas, se ha bloqueado el acceso a cuentas bancarias eclesiales.
Este es uno de los motivos para la protesta de las Iglesias. El otro es un proyecto de ley que se debate actualmente en el Parlamento. ¿De qué se trata?
El proyecto de ley quiere hacer posible que Israel expropie con efecto retroactivo terrenos que las Iglesias han vendido a inversores privados. El motivo subyacente es que en determinados barrios de Jerusalén se han erigido muchas viviendas en terrenos arrendados por la Iglesia, concretamente, por la Iglesia Greco-Ortodoxa. En estos terrenos viven personas que se encuentran por las ventas en una situación insegura. Según sus promotores, el proyecto de ley sirve para proteger a estas personas, pero la Iglesia ve en él una discriminación: si unos terrenos vendidos por la Iglesia pueden ser expropiados más tarde, nadie va a querer comprarlos, porque el riesgo sería demasiado elevado.
¿Qué va a pasar ahora? Según las últimas noticias, se ha dado un acercamiento entre ambos frentes…
El Custodio franciscano Francesco Patton había dicho en una entrevista con el periódico francés Le Figaro que las Iglesias esperaban un signo de las autoridades. Ayer el primer ministro Netanyahu acordó con el alcalde de Jerusalén la creación de un equipo responsable de elaborar un compromiso por parte israelí y de negociar con las Iglesias. Una parte de las decisiones acordadas por Netanyahu y Nir Barkat es que, de momento, la ciudad renuncia a la recaudación de tasas y a seguir debatiendo proyectos de ley relativos a las propiedades eclesiales. A raíz de ello, las Iglesias han reaccionado y reabierto hoy por la mañana el Santo Sepulcro. Así está ahora la situación.
La Semana Santa y la Pascua se acercan. ¿Cuál es el sentir general entre los peregrinos y los visitantes de los Lugares Santos?
Independientemente del cierre del Santo Sepulcro y la actual discusión, ahora hay muchos grupos de peregrinos en Jerusalén. Las estadísticas del año pasado y también de los primeros meses de este año muestran que el número de visitantes va en aumento. El ambiente es relativamente distendido. Constantemente llegan grupos de peregrinos… y vienen muchos. Las casas de invitados están casi al completo. No obstante, se dan excepciones asombrosas como el hecho de que el famoso hotel de peregrinos de Notre Dame, ubicado justo en el casco antiguo de la ciudad, todavía no tenga reservadas todas sus plazas para la Semana Santa. No obstante, por lo general, el ambiente es bueno y en la ciudad hay mucho movimiento.