Togo es un país multiétnico de África Occidental con 6,3 millones de habitantes. La Diócesis de Dapaong se encuentra en el extremo norte del país, en una región fronteriza con el Sahel. Allí el desierto se está extendiendo cada vez más, por lo que el cultivo del campo y la supervivencia son difíciles. De ahí que sea una de las regiones más pobres del país: más del 80% de la gente vive con menos de 15 euros al mes y un 13%, incluso con menos de 10 euros.
La población de esta región es muy joven, pues el 70% de los habitantes tiene menos de 21 años. Allí muchos quieren bautizarse porque la Buena Nueva de Cristo atrae a muchas personas que antes eran seguidoras de las religiones tradicionales africanas: la parroquia de San Pablo en Dapaong cuenta en la actualidad con 1.000 catecúmenos (!). Por ello, las aulas de catecismo están llenas a rebosar de jóvenes y adultos.
El párroco, P. Joan Solé Ribas, está encantado de que su parroquia florezca, pero impartir la catequesis a tantos catecúmenos también supone para él un gran desafío, porque carece de espacio para ello. Por ello, ahora quiere construir tres aulas para la catequesis, que también albergarán la escuela nocturna para la alfabetización de adultos y jóvenes, y la escuela de música. Los recursos de la comunidad de creyentes alcanzan para construir un aula, pero para las otras dos nos pide que lo ayudemos.
