Fue un deseo personal del Papa Francisco que los jóvenes peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá recibieran rosarios de Tierra Santa. De esta forma, cientos de miles de jóvenes se unirían en la oración por la paz en todo el mundo. El Papa Francisco está firmemente convencido de la fuerza de la oración del Rosario, que, según sus palabras, es “la síntesis de la historia de la misericordia de Dios”.
El hecho de que los rosarios procedieran de Belén, el lugar de nacimiento de Jesús, debía darle un significado más profundo aún al regalo a los jóvenes peregrinos. Al mismo tiempo, fue un acto de solidaridad con los cristianos de Tierra Santa, que sobreviven a duras penas en esta región castigada por conflictos.
Un millón de rosarios fueron confeccionados con auténtica madera de olivo por los cristianos de Tierra Santa, y en torno a doscientas familias pueden vivir, gracias a este encargo, durante todo un año. También se beneficiaron de él presos, refugiados y desempleados.
Nuestros benefactores han donado 100.000 euros para este proyecto. ¡Dios se lo pague a todos los que han contribuido a él!
Referencia: 398-00-49