Con “dolor muy profundo” anunciaba Mons. Prosper Bonaventure Ky, obispo de Dédougou en Burkina Faso el fallecimiento del padre Jacques Yaro Zerbo, asesinado el lunes 2 de enero a manos de “hombres armados no identificados”, según un comunicado enviado a la fundación internacional Aid to the Church in Need (ACN).
Según declaraciones del obispo, el ataque sucedió en la localidad de Soro (Gassan), en la región de Boucle du Mouhoun, en el noroeste de Burkina Faso, que se cuenta entre las regiones más afectadas por el terrorismo en Burkina Faso.
La celebración del funeral ha sido este jueves, 5 de enero de 2023, en la Catedral de Santa Ana en Dédougou, capital de la región de Boucle du Mouhoun. «Que por la infinita misericordia de Dios, su servidor Padre Jacques Yaro Zerbo descanse en paz”, pidió el obispo.
El sacerdote, nacido en Kolongo (Mali) el 28 de diciembre de 1956, había estudiado liturgia en España y tenía una larga historia como profesor en varios seminarios y centros de formación de Burkina Faso, por lo cual muchos sacerdotes del país lo conocían bien. “Daba sus lecciones con mucha seriedad, pasión, convicción y conciencia”, recuerda el padre Jaques, uno de sus alumnos en el seminario mayor de san Pedro y san Pablo en Kossoghin.
El padre Zerbo había sido ordenado sacerdote el 19 de julio de 1986 en Dédougou. La diócesis de Dédougou fue creada en 2000 y tiene una superficie algo menor que Bélgica y cuenta con casi un millón de habitantes de los cuales el 18% son católicos. Entre los objetivos prioritarios de la diócesis se encuentra el diálogo interreligioso en la búsqueda de una paz duradera para el país.
Burkina Faso ya cuenta con un sacerdote asesinado anteriormente, el padre Simeon Yampa en Dablo en 2019.
Según datos recogidos por ACN, al menos doce sacerdotes y cinco religiosas fueron asesinados en 2022 en el ejercicio de su misión pastoral en todo el mundo. Durante ese tiempo también han sido secuestrados un total de 42 sacerdotes de diferentes países. 36 de ellos han sido liberados, tres fueron asesinados en Nigeria y otros tres sacerdotes permanecen en paradero desconocido. La fundación internacional pide a todos sus amigos y benefactores que recen por los que permanecen en cautiverio, así como por las comunidades y familias que lloran a un muerto.