RDC: obispo denuncia persecución a la Iglesia

En el marco del 25° aniversario del asesinato de Mons. Christophe Munzihirwa Mwene Ngabo, arzobispo de la diócesis Bukavu en el este de la República Democrática del Congo, la Iglesia local ha denunciado la persecución que la diócesis está sufriendo últimamente a manos de grupos armados.

En un mensaje enviado a la fundación pontificia Aid to the Church in Need (ACN), el actual arzobispo de Bukavu, Mons. François-Xavier Maroy Rusengo, afirmó que los ataques contra la Iglesia local se han multiplicado, imposibilitando su labor. “Se han perpetrado alrededor de una decena de ataques realizados por hombres armados contra nuestras parroquias, presbiterios y conventos en un solo año”, explica el arzobispo.

Según las declaraciones de Mons. Rusengo, siete parroquias, un colegio, un centro de salud y un convento han sido atacados, entre marzo y octubre de 2021, en las poblaciones de Karhale, Ciherano, Burhiba, Cahi, Nyamugo, Kadutu, Kanyamulande, Mugogo y Cirirri, esta última el 6 de octubre.

“Las consecuencias de todos esos ataques son enormes, sin hablar del trauma y las heridas físicas y psicológicas causadas, felizmente sin pérdidas de vidas humanas”, indicó el arzobispo.

Desde hace años, las provincias orientales del Congo están siendo aterrorizadas por milicias. Los conflictos étnicos, los desplazamientos demográficos y el acceso a las materias primas desempeñan un papel importante. En los últimos años, también ha habido un componente de islámico radical.

A pesar de la complejidad del conflicto y sus múltiples causas, Mons. Maroy Rusengo denunció que “casi todos los ataques ocurren cerca de los puestos de los agentes del orden”.    Según el prelado, si bien la terrible situación actual que están sufriendo se debe a la falta de medios, el paro y la miseria en la que vive la población, también “es necesario reflexionar sobre a las condiciones de vida de militares y policías, sin olvidar el estado poroso de nuestras fronteras con los países vecinos, así como la ausencia de autoridad estatal sobre todo nuestro territorio”.

Ante la gran ausencia del Estado en la región de Bukavu, la Iglesia católica es una de las pocas que denuncia la injusticia y la violencia, de ahí que el prelado cuestione por qué los ataques “apuntan a las estructuras de la Iglesia en particular”. “¿Es para intentar amordazarla, ya que todavía se encuentra entre los pocos que alzan la voz para defender la causa de esta población en apuros? ¡No olvidemos tampoco que quien dice Iglesia ve a Dios, a quien los políticos y la economía del siglo no quieren! Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”, denunció Mons. Maroy Rusengo

Ante la violencia que está sufriendo su diócesis, el arzobispo hizo un llamado a los fieles para organizar la vigilancia de los inmuebles ligados a la Iglesia local y protegerlos de futuros ataques.  Por último, pidió “perseverar en la oración“ para consolar a los que sufren, pedir por la conversión de los que hacen sufrir y mover a las autoridades a que  “asuman sus responsabilidades a favor de todos”.

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