La grave crisis económica y política en curso está haciendo sufrir mucho a la población del Líbano. Según Naciones Unidas, actualmente más del 55% de la población libanesa es pobre, a saber, casi el doble que el año pasado. La moneda libanesa ha perdido más del 80% de su valor en menos de un año, y el precio de los alimentos básicos se ha cuadruplicado.
Las comunidades religiosas también sufren a causa de la crisis y, para empeorar las cosas, la pandemia ha hecho que muchas comunidades religiosas pierdan sus ingresos. Entre ellas se encuentran las Hermanas Basilianas Greco-Católicas Melquitas de San Juan Bautista.
Esta orden está muy preocupada por 26 religiosas ancianas y dependientes que han dedicado su vida a servir a Dios y a los hombres durante décadas, y que ahora necesitan ayuda ellas mismas. La casa madre de la orden, el convento de Nuestra Señora de la Anunciación ubicado en Zouk Mikael, es ahora una residencia donde las Hermanas ancianas son atendidas las 24 horas del día.
Por desgracia, el coste de la atención médica, los medios auxiliares como sillas de ruedas, camas de enfermería y muchas otras cosas necesarias para el cuidado de las ancianas es demasiado elevado para la comunidad religiosa. Por esta razón, las religiosas se han dirigido confiadas a nuestra fundación pontificia, y nosotros queremos ayudarlas con 30.000 euros.
