Los católicos de la nación africana Guinea-Bisáu celebraron una jornada de oración y ayuno por la paz y la unidad en el país del oeste de África.
Guinea-Bisáu no ha conseguido alcanzar una estabilidad duradera desde su independencia de Portugal en 1975, y la división y el conflicto siguen marcando al país, alimentados principalmente por la corrupción generalizada y el dinero proveniente del narcotráfico.
La jornada de oración y ayuno culminó con dos celebraciones eucaristica durante las cuales los líderes eclesiásticos pidieron a las autoridades políticas que escucharan las preocupaciones de la gente.
«La situación es difícil, necesitamos orar, ayunar y recordar el lema de nuestro primer obispo, Mons. Settímio Ferrazzetta, ‘La verdad os hará libres’. La verdad puede liberar a Guinea-Bisáu, especialmente en un momento tan delicado como este. El pueblo está cansado de la división, de los combates, de la violencia, de las amenazas y de la brutalidad», ha dicho el vicario general de la diócesis de Bisáu, el padre Davide Sciocco, durante la celebración en la catedral de Bisáu.
El evento tuvo lugar en un momento en que el país enfrenta una profunda crisis política. El presidente disolvió el Parlamento en diciembre de 2023, citando un golpe de Estado, y había convocado elecciones para noviembre, pero las pospuso precisamente en el día de oración y ayuno convocado por la Iglesia católica.
En la segunda diócesis del país, Bafatá, el administrador diocesano, el padre Lucio Brentagani, esbozó un panorama duro de la realidad actual de Guinea-Bissau. «Hay mucha hambre y muchos problemas internos. Muchos pacientes no pueden encontrar profesionales de la salud porque están en huelga y los estudiantes quieren ir a la escuela pero no pueden porque el sistema educativo es un desastre», dijo durante la misa en la catedral de Bafatá .
«En este día de oración y ayuno por Guinea-Bisáu, pidamos a nuestros líderes, políticos, militares, magistrados y fuerzas policiales que no hagan oídos sordos ante el grito de socorro de la gente pobre, de tantas familias que no tienen qué comer”, subrayó.
Los cristianos son una minoría de poco menos del 20% en Guinea-Bisáu, mayoritariamente musulmana, que cuenta también con una gran población de seguidores de creencias tradicionales. Sin embargo, la Iglesia desempeña un papel importante en el campo de la salud y la educación. Según el informe de libertad religiosa 2023 de ACN, Guinea-Bisáu goza generalmente de una fuerte armonía interreligiosa, pero existen preocupaciones de que grupos terroristas estén ganando terreno y podrían estar aprovechando las dificultades económicas y sociales para influir en los jóvenes y llevarlos a tomar las armas.
En 2022 una iglesia fue atacada y vandalizada, pero afortunadamente hasta ahora se trata de un incidente aislado. Esta preocupación también se ve alimentada por formas de evangelización agresiva por parte de algunos grupos pentecostales independientes.
En los últimos cinco años, ACN ha apoyado alrededor de 40 proyectos en Guinea-Bisáu.
Por Paulo Aido & Casimiro Cajucam.