El Santo Padre visitará el domingo, 7 de marzo la iglesia de Al Tahira en Qaraqosh, una ciudad del norte de Iraq, también conocida con el nombre de Baghdeda o Bajdida. En una conversacion con Ayuda a la Iglesia Necesitada, la fundación pontificia que ha apoyado la restauración de la iglesia de Al Tahira de Qaraqosh, el padre Yako Ammar, párroco de la iglesia de Al Tahira explica la simbología de la estola que el Papa Francisco recibirá durante esta etapa de su viaje.
La estola está totalmente confeccionada a mano con la tela tejida por Khaya Bakter, un artesano local y con los colores típicos tradicionales (negro y púrpura) de Qaraqosh. A Gorjia Kapo, madre de dos hijos y una hija, se le ha encomendado la labor de bordar y ornamentar la estola. Su familia lleva muchas generaciones en Qaraqosh, pero en 2014 tuvo que huir debido al ISIS. Ahora, ella y su familia han regresado, y han decidido quedarse para reconstruir la ciudad y retomar sus tradiciones. Uno de los hijos de Gorjia decidió hacerse sacerdote y se ordenó hace un año.
“A un lado de la estola está escrito el ‘Padre Nuestro’ en nuestra lengua, el siríaco, que proviene del arameo, la lengua original de Jesús; y al otro lado está escrita la oración del Ave María”, revela el P. Ammar, autor del diseño de la estola.
“Las cruces de los dos extremos de la estola son las cruces de la iglesia de Al Tahira, las mismas que se encuentran en el interior de la iglesia y que fueron destruidas por el ISIS durante la ocupación. Estas cruces son ahora símbolo de una nueva vida. Como la estola es un ornamento altamente simbólico para nosotors, sacerdotes, Gorjia también ha incluido en sus bordados el pan y el vino, símbolos del misterio eucarístico” explica el padre Ammar.
El sacerdote iraquí ha encargado dos estolas para regalárselas al Santo Padre en Qaraqosh: la realizada por Gorjia, como símbolo de los cristianos que han decidido quedarse en Qaraqosh pese a todas las dificultades, y la realizada por Iman Qasab, una señora cristiana natural de Qaraqosh que tuvo que abandonar sus raíces y su cultura para emigrar a Canadá durante la ocupación terrorista. Esta última estola lleva como ornamentación una palmera, símbolo de Iraq, también presente en el logo de la visita pontificia.
Ambos destinos – los que se quedaron a pesar de las muchas dificultades y los que tuvieron que abandonar sus hogares – forman parte de esta ciudad, y ambos sufrimiento estarán representados en este regalo para el Papa Francisco.