A medida que se acerca la Pascua de Resurrección, los católicos que se ofrecen en todo el país como voluntarios para velar por la seguridad en sus iglesias han comenzado a participar en encuentros en las comisarías locales para proteger a los feligreses. Las misas de los días festivos son motivo de preocupación desde el atentado suicida en el abarrotado parque Gulshan-e-Iqbal de Lahore, en el Domingo de Resurrección de 2016, que dejó al menos 72 muertos, la mayoría mujeres y niños. En 2017, una adolescente que fue capturada en una redada militar contra una célula del Estado Islámico en Lahore, confesó que tenía previsto perpetrar un atentado suicida en una iglesia de Lahore el Domingo de Pascua. William Arif Khan, a cuyo cargo están 15 voluntarios para garantizar la seguridad en la catedral del Sagrado Corazón de Lahore, ha hablado con ‘Ayuda a la Iglesia Necesitada’ (ACN) sobre los retos que implica proteger a los feligreses.
“Desde hace 12 años dirijo a los jóvenes que apoyan a los doce guardias de seguridad destinados a la catedral, cuyas edades oscilan entre los 14 y los 32 años. Esto lo hacemos desinteresadamente. Yo solo quiero organizar a estos jóvenes que vigilan la misa dominical de 8 a 11 de la mañana”.
“Los voluntarios van equipados con detectores de metales. La Policía nos ha autorizado a guardar algunas armas en el complejo de la catedral; la mayoría de las veces, mi ayudante o yo vamos armados con una pistola. Yo me ocupo de las necesidades de los voluntarios como llevarles agua y zumo en verano, y té caliente en invierno. Todos ellos están formados para esta labor y dedican sus días libres a la iglesia”.
“Cada dos meses se celebran reuniones para mejorar las rutinas de los voluntarios de seguridad. También tenemos previsto reclutar a algunas voluntarias femeninas para que revisen los bolsos de las mujeres. Otras iglesias católicas cuentan con equipos similares. Los profesionales de los medios de comunicación musulmanes también se ponen en contacto con nosotros para facilitar la cobertura de las misas de grandes fiestas”.
“Al menos 25 policías, incluidas dos agentes femeninas, se despliegan para las misas de Pascua, Navidad y Año Nuevo, con una semana de antelación nuestros voluntarios son instruidos acerca de cómo actuar ante un ataque terrorista. Se habilitan puertas de acceso y hay francotiradores para garantizar la seguridad en estas misas, en las que también hacen apariciones sorpresa altos cargos de la Policía como, por ejemplo, el inspector general de la Policía de Punjab”.
“La pasada Navidad, el subcomisario de la Policía de Lahore repartió dulces entre los niños. El arzobispo de Lahore, Mons. Sebastián Shaw, suele distinguir a los altos cargos de la Policía por proporcionar seguridad en las misas: se les obsequia con ramos de flores en la catedral entre atronadores aplausos y se les invita a comer en la sede episcopal. La cooperación en materia de seguridad ha reforzado los vínculos de la Iglesia con la Policía local”.
“Hace unas dos décadas, las peleas eran habituales en las vigilias de Pascua y Navidad y, por desgracia, la mayoría de ellas eran provocadas por jóvenes de nuestra propia comunidad. Algunos incluso se negaban a cooperar con nuestro equipo cuando empezamos a implantar las medidas de seguridad en las iglesias. Especialmente los visitantes de otras provincias no entienden nuestros protocolos. Ahora, todo el mundo nos conoce en la comunidad y nuestra experiencia nos permite detectar a los forasteros”.
“Todo el mundo está atemorizado por los terroristas, pero nosotros trabajamos en nombre de Aquel que nos protege a todos. Nuestra fe nos dice que Dios no nos fallará. Por eso, cumplimos con nuestro deber con absoluta dedicación y evitamos los pensamientos negativos”.