La fundación ACN ha publicado la última edición de su Informe sobre Libertad Religiosa, que muestra que la persecución ha aumentado desde enero de 2021 y la impunidad sigue siendo la norma cuando se trata de agresores, incluidos los gobiernos opresores.
Este estudio es publicado por ACN cada dos años desde 1999, y es el único sobre libertad religiosa no gubernamental a nivel global que cubre todas las confesiones.
El informe de este año revela que 61 países limitan total o gravemente la libertad religiosa. Esto equivale a uno de cada tres países del mundo, lo cual significa que el 62% de la humanidad vive en países donde no es libre de practicar, expresar o cambiar de religión. En 47 de estos países la situación empeoró desde el último informe, mientras que sólo nueve mostraron signos de mejora.
La situación afecta especialmente a las minorías religiosas, que en algunos casos se enfrentan a una amenaza real de extinción, ya que diversos factores -terrorismo, supresión cultural, discriminación económica y restricciones legales- contribuyen a crear una atmósfera asfixiante en sus países de origen. Sin embargo, también hay casos en los que la persecución afecta a los grupos religiosos mayoritarios, como Nigeria y Nicaragua.
Los culpables de las violaciones de la libertad religiosa van desde grupos terroristas armados hasta gobiernos autoritarios, pero la norma sigue siendo la impunidad de los agresores, que rara vez, o nunca, son llevados ante la justicia o criticados por la comunidad internacional.
La mitad de los países con las restricciones más severas a la libertad religiosa se encuentran en África, donde el aumento de la actividad yihadista, especialmente en la región del Sahel, sigue siendo motivo de gran preocupación. Sin embargo, Asia es también un continente especialmente preocupante: China sigue intentando ejercer un control totalitario sobre todos los ámbitos de la sociedad, incluida la religión, y en la India, el nacionalismo etnorreligioso patrocinado por el Estado se manifiesta, entre otras cosas, en duras leyes anticonversión.
Por último, muchas naciones occidentales también han mostrado signos alarmantes con la propagación de la llamada cultura de la cancelación y un aumento de la presión social y política para ajustarse a tendencias ideológicas.
Regina Lynch, quien acaba de asumir el cargo de presidenta ejecutiva de ACN Internacional, explica que el principal objetivo de este informe es «motivar a la gente para que se implique y ayude a quienes sufren persecución religiosa a través de la oración, compartiendo información, defendiendo a las víctimas, implicando a los políticos y manteniéndose informada acerca de la realidad sobre el terreno en diferentes partes del mundo».
«El Informe de ACN sobre la Libertad Religiosa en el Mundo ofrece información y un análisis sobre el abuso de este derecho humano fundamental a nivel mundial. Es una herramienta. La herramienta será tan buena como lo sea quienes la utilizan, la comparten con otros y trabajan para lograr el cambio», afirma Lynch
