En Uruguay, la iglesia tiene una influencia mucho menor en la sociedad que en otros países de Iberoamérica: solo la mitad de los habitantes del segundo país más pequeño del subcontinente se declara católico. La religiosidad ha quedado allí confinada a la vida privada, y las fiestas cristianas no existen oficialmente en Uruguay. Así, en lugar de Navidad, el calendario dice “Día de la Familia”, y en lugar de Semana Santa y Pascua de Resurrección, “Semana del Turismo”. También la legislación contradice la Doctrina de la Iglesia Católica en muchos puntos.
Las escuelas católicas realizan una importante contribución a la evangelización. La Fundación Sofía, vinculada a la Iglesia de la capital Montevideo, se ha propuesto apoyar a las escuelas católicas en su misión de evangelización y mejorar aún más la educación religiosa para que, a través de un buen material catequético, los alumnos de todos los grados tengan la oportunidad de crecer y madurar en la fe, y de desarrollar una personalidad cristiana capaz de realizar en el futuro una valiosa contribución en sus familias, en la sociedad y en la Iglesia.
En la actualidad, 3.700 estudiantes y unos 50 catequistas participan estos los programas. También participan en la campaña “Un millón de niños rezando el Rosario”, en virtud de la cual cada año, el 18 de octubre, niños de todo el mundo rezan esta oración. La iniciativa surgió en 2005 en la capital venezolana de Caracas, cuando varios niños rezaron juntos el Rosario en una ermita, y cuando las mujeres presentes tuvieron una profunda experiencia de la presencia de María. Su convicción es que, fiel a la promesa de San Padre Pío, quien dijo: “Si un millón de niños rezan el Rosario, el mundo cambiará”, la fuerza de la oración infantil conjunta traerá la paz al mundo y producirá numerosos frutos espirituales.
Con este fin, nuestra fundación pontificia recibió la petición de 2.000 ejemplares del librito Los niños rezamos el Rosario. Nuestros benefactores han ayudado con 740 euros, y, para alegría de los niños, los libritos ya han llegado a Montevideo. ¡Muchas gracias a todos los que han contribuido a ello!
