Nuevo fracaso en el caso de Huma Younus, la niña católica de 14 años secuestrada el pasado 10 de octubre, violada, convertida por la fuerza al Islam y obligada a casarse con su captor en Karachi, Pakistán.
Como ha informado la abogada de los padres de Huma, Tabassum Yousaf, a la fundación internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), se celebró una nueva audiencia el jueves 19 de marzo, en el Tribunal Superior de Sindh, en la provincia de Karachi. Una vez más, la joven no fue llevada a la sala del tribunal como solicitaron los jueces.
En su lugar, sí se ha presentado el resultado del tan esperado informe médico para confirmar la edad de Huma. A pesar de que los padres proporcionaron inmediatamente los certificados de nacimiento y bautismo -en los que se indica que la fecha de nacimiento es el 22 de mayo de 2005-, el secuestrador, el musulmán Abdul Jabbar, siempre ha sostenido que la niña es mayor de edad. Después de numerosos aplazamientos, atribuidos por la policía a la imposibilidad de entrar en contacto con la joven para efectuar el examen médico, hoy, por fin, hay un resultado: según el examen óseo, Huma tendría 17 años.
Una edad que no se corresponde con la real, pero que, sin embargo, confirma la minoría de edad de la joven y demuestra la irregularidad tanto de la conversión como del matrimonio. Sin embargo, no se ha emitido ninguna orden de arresto contra Jabbar ni se ha ordenado que Huma vuelva a su casa. Los jueces se han limitado a fijar una nueva audiencia para el 16 de abril. Para entonces, Huma ya habrá pasado seis meses en manos de su secuestrador, víctima de abusos diarios.
“Se confirma lo que siempre hemos creído”, ha declarado a ACN la madre de Huma, Nagheeno Younus, “los jueces están tomándose el tiempo de esperar a que Huma cumpla 18 años para poder cerrar el caso. Al declarar que mi pequeña tiene 17 años, les bastará con esperar unos meses antes de abandonarla a su suerte”. También hay fuertes dudas acerca de la integridad de la policía local, encargada de supervisar los resultados del examen médico, pues los agentes han actuado repetidamente en interés del musulmán Jabbar. Incluso han obligado a Huma a presentar una petición contra sus propios padres, en la que afirma temer que sus familiares puedan matarla.
La sede italiana de ACN sigue manteniendo el contacto con la familia y apoyándola en todo el proceso legal. “Desafortunadamente, nuestros temores se han confirmado”, ha dicho el director de ACN Italia, Alessandro Monteduro, “en las dos primeras fases de juicio, no se ha hecho justicia a Huma. Pero no nos rendiremos y, junto a la abogada Yousaf, llevaremos el caso ante la Corte Suprema. Es este tribunal el que ha liberado a Asia Bibi, cuya puesta en libertad parece que no ha supuesto, lamentablemente, ningún cambio para las minorías religiosas de Pakistán.”
