Los cristianos de Pakistán exigen a las autoridades del Punjab que lleven ante la justicia a los autores del brutal asesinato de Nazir Gill Masih en Sargodha.
En un reciente informe enviado a la fundación pontificia internacional Aid to the Church in Need (ACN), la Comisión Nacional de Justicia y Paz (CNJP) de la Iglesia católica pakistaní se hace eco de una declaración de la Conferencia Episcopal católica de Pakistán en la que se condena el asesinato de Masih y el «continuo abuso de las leyes de blasfemia».
En el informe se afirma que “[…] debe impartirse justicia rápida e imparcial para restablecer la fe en el sistema legal […] y para que los agentes policiales rindan cuentas por su inacción”. Además, se exige que “no se formulen cargos falsos por blasfemia contra ningún cristiano y que se les proporcione protección”.
En el documento se describe la exhaustiva investigación llevada a cabo por la CNJP sobre los hechos que condujeron a la falsa acusación de blasfemia y al ataque contra Masih, y en él se afirma que sus vecinos “supuestamente sentían un cierto rencor hacia la familia de Nazir, relativamente acomodada, porque su negocio de calzado iba bastante bien. También había cierto nivel de envidia hacia esa familia cristiana”.
El informe enviado a ACN detalla una serie de manifestaciones pacíficas, organizadas por la CNJP y el arzobispo Joseph Arshad, en diversos lugares públicos y religiosos de Islamabad y Gujuranwala, en las que miembros de la comunidad cristiana han expresado su indignación por el ataque y han exigido justicia para Masih.
Además, la CNJP, socia de proyectos de ACN desde hace mucho tiempo, ha formulado una serie de recomendaciones a las autoridades paquistaníes para prevenir incidentes similares en el futuro, mejorar los protocolos de aplicación de la ley y fomentar el diálogo interreligioso. Entre dichas propuestas figura la petición de una investigación judicial para determinar las responsabilidades por el ataque, la concesión inmediata de una indemnización económica, apoyo jurídico y atención psicológica para la familia de Masih.
En el informe también se pide que se apliquen medidas de seguridad para proteger a la comunidad cristiana e impedir que en el futuro se presenten falsas acusaciones de blasfemia contra sus miembros. La CNJP concluye su informe afirmando que «mantiene su compromiso de garantizar la justicia y la paz, e insta a la comunidad, tanto local como internacional, a apoyar sus esfuerzos en aras de la protección de las poblaciones vulnerables».
Nazir Gill Masih murió en el hospital el 3 de junio, tras ser atacado por una multitud el 25 de mayo. Este cristiano, de más de 70 años, fue ingresado en el Hospital Militar de Rawalpindi, donde, pese a realizársele dos intervenciones quirúrgicas, terminó sucumbiendo a las lesiones sufridas en la cabeza.
El trabajo de la Comisión Nacional de Justicia y Paz de los obispos católicos en Pakistán cuenta con el apoyo de ACN desde hace muchos años. Este apoyo incluye el pago de las tasas de casos judiciales, la rehabilitación y la reintegración de víctimas cristianas de la violencia, y proyectos de apoyo a medidas de protección de niñas cristianas en situación de riesgo.
Por Daniel Beurthe.