Sudán del Sur: Enseñar a los niños a leer y rezar en su propio idioma

La Biblia del Niño de ACN, traducida a más de 200 idiomas, es, para muchos niños, el único libro que poseen en su lengua materna. Gracias a la ayuda de ACN, el padre Stefaan Lecleir, sacerdote misionero en Sudán del Sur, está llevando a cabo la traducción de esta biblia al pazande, la lengua hablada por los azande en algunas regiones de Sudán del Sur, la República Centroafricana y la República Democrática del Congo

“Alrededor del 95 % de las personas de mi parroquia son analfabetas”, explica el padre Stefaan Lecleir durante una visita a la sede internacional de la fundación pontificia Aid to the Church in Need (ACN). Este sacerdote, originario de Amberes, es misionero en Sudán del Sur y, con la ayuda de ACN, trabaja en un proyecto para ayudar a los niños de su parroquia a aprender a leer y rezar en su propia lengua materna, el pazande.

El P. Stefaan Lecleir con sus feligreses
El P. Stefaan Lecleir con sus feligreses

El sacerdote belga está firmemente convencido de la importancia de que los niños aprendan a leer en su lengua materna: “Es el enfoque adoptado por la mayoría de las organizaciones educativas respecto a los niños”, asegura el padre Stefaan. “Aprender a leer y rezar en la lengua de uno tiene mucho peso y es algo a lo que los niños responden muy positivamente”.

Una parroquia centrada en la oración y los niños

Antes de llegar a Sudán del Sur hace tres años, este sacerdote había trabajado en el seminario y en la radio de la diócesis de Amberes. Cuando pidió a su obispo en Bélgica hacerse misionero, el padre Stefaan fue enviado a la diócesis de Tombura-Yambio, ubicada en el suroeste de Sudán del Sur, en la región vecina a la República Democrática del Congo.

Allí, le asignaron la parroquia de Sakure: “En el área que cubre mi parroquia viven alrededor de 70 000 personas”, señala el padre Stefaan. “Hay cuatro pueblos y otros 11 asentamientos más pequeños dentro de los límites de la parroquia”.

El P. Stefaan Lecleir con los niños de la escuela parroquial de Sakure
El P. Stefaan Lecleir con los niños de la escuela parroquial de Sakure

Los niños y jóvenes son el centro de la pastoral parroquial: “Tenemos un centro juvenil y una escuela en el centro de la parroquia”, informa el padre Stefaan. Este lugar promueve activamente la oración, con la participación de 23 niños de entre 13 y 18 años, y dispone de una capilla que se construyó recientemente en la parroquia con la ayuda de ACN.

Traducción de la Biblia del Niño

La lectura es fundamental para la escuela y el centro juvenil, pero había un problema: no había ninguna versión de la Biblia del Niño disponible en el idioma nativo de los niños: el pazande. “Los que saben leer suelen hacerlo solo en inglés”, explica el sacerdote belga. “No hay muchos libros en pazande que ayuden a los niños a aprender a leer en su lengua, y aunque aprenden a leer en inglés, la pronunciación de las letras en pazande es muy diferente”.El padre Stefaan, que ya conocía a ACN de su época en Bélgica, empezó a trabajar con la fundación pontificia en la traducción de la Biblia del Niño al pazande.

La escuela parroquial de Sakure
La escuela parroquial de Sakure

“Encargamos a tres hablantes nativos la traducción del texto”, explica el misionero. “Se trata de sacerdotes, entre ellos, el rector de la Universidad local. Una vez lista la traducción, se la di a algunos maestros jóvenes, también hablantes nativos, y les pedí que lo leyeran en voz alta. De esta manera editamos el texto para que sonara mejor al leerlo en voz alta”. Cuando el obispo aprobó el texto definitivo, el padre Stefaan se lo envió a ACN, y en estos momentos se está preparando la edición en pazande de la Biblia del Niño para su impresión y distribución.

La importancia de las lenguas locales

Casi todos los creyentes de la parroquia del padre Stefaan pertenecen al pueblo azande y hablan pazande como primera lengua, por lo que el misionero belga celebra la misa en esa lengua. Eso no siempre ocurre en un país como Sudán del Sur, donde hay muchas tribus con lenguas propias.

“El inglés es una lengua importante que hay que aprender para progresar en la vida, y es bueno que los niños puedan hablarlo”, dice el misionero belga.

Pero, a pesar de la importancia del inglés, el padre Stefaan asegura que es mejor enseñar a los niños a leer primero en pazande: “Empezar con su lengua materna les permite aprender a leer mejor, y luego pasan fácilmente a aprender a leer en otros idiomas como el inglés, ya que tienen una base más sólida en la alfabetización. Además, les ayuda a valorar mejor su cultura al poder leer en su propia lengua”.

Niños leyendo una publicación de la Biblia del Niño
Niños leyendo una publicación de la Biblia del Niño

Según el sacerdote, a los niños les gusta aprender a leer en su lengua materna y eso también aporta otro beneficio inesperado: “De esta manera, yo mismo estoy mejorando mi pazande. No hay mejor manera de aprender algo que enseñándoselo a los niños”.

 

Por Conn McNally.

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