“En efecto, la gracia del sacramento del matrimonio está destinada ante todo a perfeccionar el amor de los cónyuges” , escribe el Papa Francisco en Amoris Laetitia(punto 89), y para ello, “la educación de la emotividad y del instinto es necesaria” (148).
Este objetivo de perfeccionar el amor de los cónyuges mediante la educación de la emotividad y, de este modo, lograr también una “paternidad responsable”, como ya se afirma en Humanae Vitae, se cumple mediante la formación de parejas para que se conviertan en asesoras y expertas en planificación familiar natural en muchos países africanos. Así, por ejemplo, en la Diócesis de Kumbo, Camerún, 54 parejas enseñarán a otras dos cada mes hasta el final del curso actual, de modo que al final más de 5.000 parejas practicarán este método de regulación de la concepción recomendado por la Iglesia.
Los directores del proyecto, Sebastián y Clarisa, resumen así el resultado: hay menos abortos y menos muertes entre las madres; se puede prestar más atención a la educación de los niños gracias a mayores intervalos entre los nacimientos; se respeta la dignidad de la mujer y, a menudo, se la redescubre; se enriquece la vida espiritual y se profundiza en el amor conyugal. Nosotros apoyamos este programa en aras de una mayor humanidad con 12.000 euros.
En la Archidiócesis de Bukavu, República Democrática del Congo, el Arzobispo FrançoisXavier Maroy y el Consejo para los Laicos han ampliado en 13 parroquias el programa para trabajar con jóvenes adultos que conocerán así el mundo del verdadero amor antes del matrimonio. Porque “Dios ama el gozo del ser humano” y, según el Papa Francisco, “de verdad se puede hacer un hermoso camino con las pasiones, lo cual significa orientarlas cada vez más en un proyecto de autodonación y de plena realización de sí mismo, que enriquece las relaciones interpersonales en el seno familiar” (148). Para este programa de dos años para 26 parejas y 52 jóvenes adultos hemos prometido 15.000 euros.