El último ataque contra un cristiano ha incrementado el dolor y el miedo entre los cristianos en todo Pakistán. Desde el estallido de la pandemia, hay un aumento en el número de casos de violencia religiosa y discriminación contra ellos en el país. El asesinato de Nadeem Joseph ha dado pie a numerosas protestas por parte de la comunidad cristiana. Algunos lo comparan con el caso de George Floyd en los Estados Unidos.
“Es terrible. Conozco a la familia de Nadeem porque es una de las que sobrevivieron el ataque terrorista a la Iglesia de Todos los Santos en 2013, donde fallecieron otros miembros de la misma familia” cuenta Qamar Rafiq, un conocido de la familia, a la fundación internacional Aid to the Church in Need (ACN). “Este nuevo ataque contra la familia de Nadeem pone de manifiesto la vulnerabilidad de los cristianos en Pakistán y la facilidad con que pueden ser atacados”.
“Nadeem compró en mayo una casa en TV Colony en Swati gate Peshawar, vivía con sus dos hijos, su esposa y su suegra. La familia de Nadeem fue hostigada y amenazada en repetidas ocasiones por Salman K., un vecino musulmán que quería obligarle a abandonar la vecindad y mudarse a otro lugar, ya que este lugar no “era para cristianos sucios”, explica Rafiq.
“El 4 de junio, Salman y sus hijos amenazaron una vez más a la familia de Nadeem y les dijeron que abandonaran el vecindario en las próximas 24 horas o que estuvieran listos para enfrentar las graves consecuencias por haberse mudado a un barrio musulmán” dice Rafiq. Nadeem informó inmediatamente a la policía sobre las amenazas persistentes, pero antes de que llegara Salam abrió fuego contra Nadeem, que recibió tres disparos, y contra otros dos miembros de su familia que se apresuraron a rescatarlo. “Los vecinos, después de escuchar los disparos, cerraron sus puertas y nadie se acercó para ayudar a los heridos o para llamar a los servicios de emergencia” añade Rafiq. Después de varias intervenciones quirúrgicas en el hospital Lady Reading, Nadeem fallecia el pasado 29 de junio.
En un comunicado publicado por la Comisión Nacional de Justicia y Paz (CNJP), Mons. Joseph Arshad, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Pakistán, pidió a las fuerzas del orden que hagan todo lo posible para llevar ante la justicia al culpable del asesinato de este cristiano. “Este caso es una clara violación de los derechos humanos y va contra la ley, por lo que no puede quedar impune”, reza el comunicado que insta también al gobierno a proteger a la familia de Nadeem, cuyas vidas están una vez más en peligro.
Joel Amir Sahotra, ex miembro de la Asamblea Provincial de Punjab y líder de la comunidad cristiana explicó en declaraciones a la sede portuguesa de ACN que “la discriminación religiosa contra las minorías es, por desgracia, muy común en Pakistán”, y que “la gente no está dispuesta a alquilar sus propiedades a los no musulmanes”. A menudo, “incluso dicen abiertamente que los no musulmanes no pueden entrar en ellas”. “Es como en la Edad de Piedra”, ha dicho Sahotra. “¿Qué clase de mentalidad es esta? Realmente, no tengo respuesta. No sé si la gente de Occidente puede entender la situación tan difícil que afrontamos aquí debido a la religión”.