El obispo de Mamfé pide oraciones por la liberación de los religiosos y laicos secuestrados
A fecha de hoy, las nueve personas secuestradas el viernes 16 de septiembre por la tarde en la localidad de Nchang en la diócesis de Mamfé, situada en la región suroeste del país siguen en paradero desconocido. Cinco sacerdotes, una religiosa y tres personas laicas fueron raptadas y según fuentes oficiales de la Iglesia los secuestradores han pedido rescate.
El obispo de Mamfé, Mons. Aloysius Fondong Abangalo, acudió al día siguiente a la iglesia de Santa María, quemada durante el ataque. “Fui para sacar el santísimo sacramento, para mantenerlo a salvo y llevarlo a la casa episcopal”, explicó. El video, enviado por Mons. Fondong a ACN, refleja el grado de destrucción en el que ha quedado la iglesia reducida a escombros.
Claramente consternado por el secuestro de tantas personas que dedican su vida al servicio de Dios y del prójimo, y por la profanación de la iglesia, Mons. Fondong dijo: “Lo que pasó aquí es una abominación. Creo que no se han conformado con probar la paciencia de los hombres, y ahora están probando la paciencia de Dios. Es algo terrible luchar con el Señor. Que Dios tenga misericordia de nosotros por esta abominación, todos debemos ponernos de rodillas y pedir perdón por los pecados que se han cometido”.
“Recuérdenos en sus oraciones, especialmente a nuestros hermanos y hermanas en cautiverio”, pidió Mons. Fondong a la fundación Aid to the Church in Need (ACN).
Camerún está sumido en un conflicto político y social que afecta a las zonas anglófonas y francófonas. La población de las regiones anglófonas -ubicadas en el suroeste y el noroeste del país- se han sentido marginadas por las autoridades francófonas.
Los disturbios en Camerún empezaron a empeorar en el año 2016, cuando la comunidad anglófona comenzó a exigir la vuelta al sistema federal. Durante este tiempo se han registrado diversos choques violentos entre el Gobierno y los militantes secesionistas que piden la independencia de la autoproclamada República de Ambazonia (o la República Federal del Camerún Meridional). En su intento de combatir contra los Amba-Boys, el Ejército ha quemado y destruido a su paso, y la Iglesia también se ha visto afectada, pues muchas de sus propiedades, como presbiterios y otros bienes materiales, han sido destruidos.
A pesar de todo, la Iglesia no ha dejado de los hechos y anunciar la verdad y promover el diálogo entre el Gobierno y los Amba-Boys, lo que le ha traído represalias y acusaciones de estar del otro bando, tanto de una o como de la otra parte.
A pesar de lo terrible del ataque, Mons. Aloysius Fondong, obispo de Mamfe desde mayo de 2022, hizo también un llamado a los agresores: “Ningún pecado humano es más poderoso que la misericordia de Dios. Hagan lo que hagan, deben saber que son hijos de Dios, y deben saber que el Señor está listo para perdonarlos. Lo que hiciste no es correcto, estás privando a la gente de algo hermoso. Recemos para que se den cuenta de que cualquier dolor por el que estén pasando es nuestro dolor, pero tenemos que trabajar juntos y utilizar los medios adecuados para resolver el problema. La violencia sólo engendra violencia, y nadie puede atreverse a luchar con Dios.”
No es la primera vez que sacerdotes y catequistas han sido víctima de la violencia, como puso de manifiesto el brutal asesinato del P. Alexander Sob de la parroquia de Bomaka, el 20 de julio de 2018 en Muyuka. En Octubre, Gerard Anjiangwe, un seminarista de su Archidiócesis de Bamenda, fue asesinado frente a la iglesia parroquial de Bamessing.
En los últimos cinco años la fundación ACN ha apoyado 24 proyectos en la diócesis de Mamfé, entre otros un programa de educación para la paz de un año de duración en el marco de su pastoral juvenil. El objetivo era promover una cultura de no violencia y de paz, pues debido al conflicto la violencia se está extendiendo a todos los niveles de la sociedad, incluyendo el nivel familiar.