La ciudad de Maiduguri, en Nigeria, conocido por haber sido el eje de la actividad de Boko Haram en el pasado, está lidiando actualmente con una devastadora inundación que ha engullido importantes zonas de la metrópolis, incluida la Iglesia Catedral de San Patricio. Se cree que el catastrófico suceso es el resultado de los daños sufridos por la represa de Alau, ubicada a pocos kilómetros de la ciudad de Maiduguri.
Según informes de los medios de comunicación, Maiduguri, capital del Estado de Borno, se enfrenta a las inundaciones más graves desde 1994, lo que deja a los residentes de Borno en alerta máxima, ya que innumerables casas han quedado totalmente sumergidas por la crecida de las aguas. Ante esta grave situación, la fundación pontificia Aid to the Church in Need (ACN) hace un llamamiento urgente para rezar y apoyar a la comunidad afectada.
ACN, que ha estado apoyando activamente a la iglesia local en los esfuerzos de reconstrucción después de años de ataques terroristas por parte de Boko Haram, ha contactado a la Iglesia local para determinar el alcance de los daños, su impacto en la comunidad y las necesidades inmediatas de las personas afectadas. La organización está comprometida a brindar asistencia y socorro a los afectados por este desastre natural.
La Catedral de San Patricio iglesia, junto con la rectoría, se han visto también gravemente afectados por la inundación, y ha obligado a los sacerdotes a buscar refugio en zonas más altas debido a la inundación de la rectoría.
Además de las devastadoras inundaciones, se ha advertido a los residentes sobre la presencia de animales peligrosos que fueron arrastrados del zoológico de la ciudad debido a las inundaciones. Cocodrilos y serpientes, entre otras criaturas, han sido vistos en varias áreas, lo que representa una amenaza significativa para la seguridad de la comunidad.
La presa de Alau, construida entre 1984 y 1986, se encuentra en la comunidad de Alau del área de gobierno local de Konduga, en el estado de Borno. Sirve como un embalse crucial en el río Ngadda, uno de los afluentes del lago Chad.
Por Maria Lozano.