Ayuda a la formación de ocho futuros sacerdotes del seminario Redemptoris Mater de Ciudad de México
Los sacerdotes católicos en México han estado expuestos a grandes peligros durante años: en ningún otro país del mundo, el número de sacerdotes asesinados es tan elevado como en este país centroamericano. En 2020 se sumó la pandemia del coronavirus, que afecta gravemente a México, y también la Iglesia lamenta numerosas víctimas: a principios de 2021, cinco Obispos y más de 150 sacerdotes habían muerto a causa de la Covid-19, y veinte obispos estaban infectados.
Durante la pandemia, ACN se está centrando en proporcionar ayudas al sustento para sacerdotes y religiosos para que puedan continuar su ministerio en estas difíciles condiciones. Además, prestamos un apoyo especial a la formación de los futuros sacerdotes. Esta también se ha visto dificultada por la emergencia sanitaria, pero es un fundamento importante para el futuro de la Iglesia. Así, en Ciudad de México, por ejemplo, apoyamos a los ocho futuros sacerdotes del Seminario Misionero Arquidiocesano Redemptoris Mater con 2.400 euros para que puedan proseguir con su formación. ACN viene apoyando con regularidad anual a este seminario, pero durante la pandemia esta ayuda es aún más necesaria.
Los seminarios Redemptoris Mater fueron creados por petición de San Juan Pablo II y ofrecen una formación internacional orientada al ministerio misionero. Los sacerdotes formados en ellas están dispuestos a ir adonde se les envíe a instancias de su Obispo local al servicio del Evangelio.
Los futuros sacerdotes de Ciudad de México agradecen de antemano la ayuda de ACN y así reza su carta dirigida a nuestros benefactores: “En esta crisis sanitaria provocada por la Covid-19, no hemos dejado de rezar por toda la humanidad y, especialmente, por ACN y nuestros benefactores. Son tiempos difíciles, pero las dificultades nos hacen participar en la Cruz de Cristo. Nuestro seminario y nuestros sacerdotes, formados gracias a la ayuda de ACN, no han permitido que la crisis sanitaria los detenga. Con todas las medidas de seguridad posibles seguimos atendiendo a nuestros hermanos y hermanas a través de los medios de comunicación digitales y, en la medida de lo posible, también personalmente. ¡Quiera Nuestra Señora de Guadalupe, estrella de la evangelización, pagar a nuestros benefactores su generosidad!”.