En estos días, India aparece en todas las noticias. La pandemia, que amenaza a la población de todo el mundo, está asestando un golpe especialmente duro a este país. ACN apoya activamente a la Iglesia local, y ha financiado unos 27 proyectos (más de 370.000 euros) para apoyar a sacerdotes y religiosas mediante ayudas de existencia y estipendios de Misa, para ayudarles a proseguir con su labor en estos tiempos tan difíciles debido al COVID19.
ACN ha hablado con Mons. Anil Couto, arzobispo de Delhi, para evaluar la situación.
ACN: ¿Cómo afronta su país una situación de más de 350.000 casos diarios de Covid?
Mons. Anil Couto: La situación es muy angustiosa y muy incierta para la gente; son momentos de dolor, sufrimiento y ansiedad para todos, porque no sabemos quién será el siguiente, cómo se propagará e infectará este virus y cómo podemos librarnos de la infección. No sabemos lo que nos deparará el día siguiente. Solo nuestra fe nos permite seguir adelante.
¿Por qué esta segunda ola es tan grande?
A raíz de las elecciones a la Asamblea en cinco estados diferentes de nuestro país, programadas para todo el mes de abril, se permitieron enormes mítines políticos sin tener en cuenta los protocolos contra el Covid. Esto también se debió a que algunos de nuestros principales líderes políticos se involucraron de pleno en las campañas. Por otra parte, se permitió una peregrinación religiosa llamada Kumbhamela, que atrae a millones de peregrinos. Tampoco allí se aplicaron los protocolos contra el Covid. Yo diría que, de hecho, nosotros provocamos las infecciones por no tomar suficientes precauciones. Nos lo hemos tomado a la ligera y ahora estamos pagando el precio por ello.
Hemos sabido que tan solo entre el 20 y el 23 de abril murieron 14 sacerdotes católicos en la India. ¿Cuál es la situación en su diócesis?
En mi diócesis han muerto tres religiosas; una de ellas tenía algo más de 50 años y murió de repente. También hemos perdido a miembros del laicado que eran muy activos tanto a nivel de parroquia como a nivel diocesano; pero gracias a Dios aquí no hemos perdido a ningún sacerdote hasta ahora. Hace unos días tuvimos una reunión en línea de dos días de duración del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal India, compuesto por unos cuarenta obispos. Esta mañana hemos hablado sobre lo que estamos viviendo, pero todavía no hemos empezado a reunir datos acerca de cuántas personas han muerto en cada diócesis, porque resulta demasiado doloroso solicitar cifras en este momento.
¿Cuál es la situación en el Hospital de la Sagrada Familia, perteneciente a la Archidiócesis de Delhi?
Es estresante debido al abrumador número de casos y a la constante escasez de oxígeno e incluso de personal. Al igual que en el resto del país, no podemos proporcionar camas a todos los pacientes que desean ser admitidos y dichos pacientes son tratados en urgencias hasta que hay una cama disponible. En nuestro hospital no existe el trato preferencial: los pacientes son admitidos por orden de llegada. La gente confía en el Hospital de la Sagrada Familia porque contamos con una larga tradición de buena atención médica por la gracia de Dios. Nuestros médicos y enfermeras tratan de ofrecer una atención muy personalizada a cada paciente.
¿Y la atención sacramental a los creyentes?
No podemos administrar la unción de los enfermos, es imposible que quien esté infectado por el Covid reciba este sacramento. Y, desgraciadamente, si la persona muere, no es posible que el sacerdote se acerque al cuerpo.
El sacerdote tiene que llevar el traje EPI completo (equipo de protección individual) y recitar las oraciones desde cierta distancia: esta es la patética situación de las víctimas del Covid. También es muy doloroso para la familia; yo mismo lo he vivido. Ningún miembro de la familia puede acudir al funeral. Nosotros estamos haciendo todo lo posible para ver de qué manera podemos brindar consuelo a nuestra gente a través de los medios en línea. Tenemos algunos vídeos y un equipo de asesores en la diócesis que se han ofrecido desde el año pasado para ayudar a la gente a superar su dolor. Pero estas son solo algunas aportaciones muy pequeñas que podemos hacer; son solo una gota en el océano.
A veces, cuando nos encontramos con este tipo de crisis, la gente nos dice que lo más importante es dar atención médica o social. Sin embargo, en ACN nos centramos en apoyar la labor pastoral de la Iglesia. ¿Podría hablarles a nuestros benefactores de la importancia de la labor pastoral en estos tiempos de crisis?
No es posible exagerar la importancia de la labor pastoral en estos tiempos de crisis: cuanto más hacemos, mayor es la demanda. Afortunadamente, desde el comienzo de la pandemia a principios de 2020, en la Archidiócesis de Delhi nuestros pastores han tratado de llegar a su gente con visitas a las familias, bendiciones de casas, apoyo en momentos de enfermedad y muerte, Misas en línea, reuniones periódicas del consejo parroquial y otras asociaciones que se realizaron físicamente cuando se levantó el confinamiento en agosto de 2020. Se han tomado medidas incluso para la sagrada comunión y el sacramento de la reconciliación. Ahora, con la nueva ola de Covid-19, volvemos de nuevo a la modalidad virtual. Todas las comisiones de la arquidiócesis y, en particular, la de la juventud y la de catequesis, han estado ofreciendo cursos y sesiones en línea durante el período de la pandemia.
¿Tiene algún mensaje para nuestros benefactores?
Solo quiero dar las gracias a todos nuestros benefactores por toda la solidaridad que siempre manifiestan para con la Iglesia necesitada, que ahora mismo está sufriendo mucho debido al Covid-19. Yo les diría: ¡Por favor, seguid así! Vuestra preocupación y vuestro amor nos dan fuerzas para seguir adelante y ser testigos valientes de la Buena Nueva de nuestro Señor Jesucristo.