ACN ofrece ayuda de emergencia para la asistencia médica y humanitaria de familias afectadas.
Los cristianos que residen en Cisjordania y Jerusalén enfrentan una situación desesperada a medida que la guerra en Gaza y la escalada de tensiones entre israelíes y palestinos continúan pasando factura, según información recibida por Aid to the Church in Need (ACN).
Con una tasa de desempleo de un 72%, record sin precedentes en la historia de Tierra Santa, la región está experimentando una crisis económica generalizada, dejando a numerosas familias en una lucha por la simple supervivencia después de perder sus fuentes de ingresos debido a la paralización del sector turistico, los despidos masivos y las severas restricciones a la libertad de movimiento.
Por otra parte, la decisión de las autoridades israelíes de reemplazar a los palestinos en el mercado laboral plantea un problema a largo plazo. Se habla de la llegada de más de 80.000 trabajadores indios al país para ocupar puestos que antes eran ocupados por palestinos. Diversas fuentes locales corroboraron a ACN la información publicada en varios medios de comunicación israelís. En parte, esto puede entenderse como una represalia por los ataques ocurridos el octubre pasado con la intención de aislar y marginar a los palestinos, sean cristianos o musulmanes. “Lamentablemente, la confianza entre Israel y los palestinos se ha roto, y es poco probable que se restablezca en las próximas décadas”, confirma a la fundación una fuente local que prefiere permanecer anónima por motivos de seguridad. “Esto va a afectar mucho a la comunidad cristiana de Tierra Santa.”
Pero el desafío económico no es el único reto en la vida diaria de la población cristiana, que experimenta cada vez más amenazas a la hora de mostrar su identidad cristiana en público. “Llevar una cruz puede traerte dificultades, a veces tienes que ocultar tu identidad en tu propia tierra si no quieres afrontar problemas. La presencia de dos grupos, con alas cada vez más fanáticas, en la zona agrava aún más nuestra situación. Los cristianos estamos entre dos frentes, en una posición particularmente vulnerable”, confirma la fuente, haciendo referencia tanto a grupos ultra-ortodoxos judíos como a musulmanes extremistas en diversas partes de la región. En Jerusalén se han dado repetidos casos de agresiones verbales a sacerdotes, religiosos o peregrinos cristianos, como el ataque de jóvenes que escupieron al abad benedictino de la iglesia de la Dormición, Nikodemus Schnabel, a principios de febrero.
En cooperación con el patriarcado latino de Jerusalén, la fundación ACN ha implementado programas de reinserción laboral, prácticas y formación profesional para ayudar a los desempleados, en su mayoria jóvenes y trabajadores de familias vulnerables. Un total de 60 personas han podido beneficiarse ya de la primera fase de este programa. Sin embargo más de 700 siguen desempleados y muchos están en lista de espera para poder realizar programas parecidos.
862 familias de Cisjordania y Jerusalén ya han recibido ayuda de ACN
Por otra parte, ACN ofrece ayuda de emergencia para la asistencia médica y humanitaria de familias afectadas directamente por la crisis económica en Cisjordania y en Jerusalén. Hasta ahora 862 familias han recibido apoyo de la fundación, un total de 3.448 personas en Cisjordania y Jerusalén. De ellas, 602 han recibido bonos para la alimentación, 122 ayuda sanitaria, bien para la adquisición de medicinas o para tratamientos médicos. En otros 128 casos, familias cristianas recibieron ayuda para el pago de facturas atrasadas con el fin de evitar la interrupción de los servicios esenciales prestados por empresas de servicios públicos. El proyecto también ha beneficiado a trabajadores migrantes católicos y sus familias en situación muy vulnerable.
Una de las personas beneficiadas es Yousef, residente de Ramallah de 65 años, que perdió su trabajo como obrero en Israel. Su esposa trabaja limpiando casas pero gana apenas lo suficiente para mantener a Yousef y sus tres hijos, todos ellos cursando estudios superiores. Yousef enfrenta problemas cardíacos cada vez más graves, por lo que ACN le apoya para la adquisición de los medicamentos necesarios.
Otro ejemplo es Majdi, un habitante de Belén de 60 años que perdió su empleo en el área de turismo debido a la guerra. Sus dos hijas también enfrentan retos: una tiene diabetes, la otra problemas financieros después de que su esposo perdiera su trabajo. ACN está proporcionando vales de alimentos a la familia.
Michelin, de 52 años, separada y con tres hijos, vive en un pequeño piso de Jerusalén proporcionado por la Custodia de Tierra Santa. Debido a la guerra, perdió su trabajo en una guardería. También una de sus hijas perdió su empleo a tiempo parcial en un hotel debido a la guerra. Su hijo es el único proveedor de la familia, gana poco como obrero en un hotel local. La familia ha recibido fondos para pagar sus facturas atrasadas y cupones de alimentos, pero su situación sigue siendo desafiante.
También Suleiman, padre de tres hijos, recibe asistencia con cupones de alimentos y ayuda para pagar las facturas de servicios primarios. Él y dos de sus hijos trabajaban como guardia de seguridad en un hotel de lujo de Jerusalén. Desafortunadamente, Suleiman y sus dos hijos fueron despedidos en una acción de represalia tras los ataques del 7 de octubre. Desde entonces sufren dificultades significativas, luchando por poner comida en la mesa. El apoyo de ACN es crucial para empoderar a esta familia en su camino hacia la estabilidad y la autosuficiencia.
Por Maria Lozano.