La Missao Belem (= Misión Belén) es una comunidad espiritual que se ocupa sobre todo de personas sin techo, drogadictos, personas solas y gente en situaciones de crisis. Los miembros de la comunidad, que se autodenominan misioneros, conviven las 24 horas del día con personas sin techo, incluso en la calle, y comparten con ellas su vida. Su objetivo es que también las personas pertenecientes a grupos marginales puedan percibir y experimentar la Buena Nueva de Jesucristo.
Esta joven comunidad, fundada en 2005 en Brasil, gestiona entretanto 160 casas de misión y siete centros de tránsito en 70 ciudades brasileñas, en Haití y en Italia.
En la actualidad, 2.000 personas sin techo son atendidas por 70 miembros consagrados de la comunidad y 200 voluntarios a tiempo completo. Todos conviven como en una gran familia. La gente que viene de vivir en la calle se acostumbra en este ambiente familiar a retomar poco a poco un ritmo de vida normalizado, y así pueden descubrir el potencial que encierran en sí mismos. La comunidad trabaja junto con profesionales terapéuticos, y también ofrece la posibilidad de aprender una profesión o volver a incorporarse al mundo laboral. En la medida de lo posible, a los niños de la calle los intentan reintegrar en sus familias. Cuando esto no es factible por las circunstancias, colaboran con las autoridades competentes para que sean acogidos por familias de acogida o adoptivas.
Hasta el momento, la comunidad ha atendido a 50.000 personas, y en torno a la mitad de estas han logrado regresar a una vida normalizada. Muchos han encontrado la fe y se han bautizado. Resulta especialmente conmovedor ver cómo hombres de edad avanzada, que han vivido durante años en la calle o dominados por una adicción, avanzan hacia el altar con el cirio de bautismo y el hábito blanco, o celebran la Primera Comunión. Entre estos cobra especial visibilidad el hecho de que el bautismo les regala una nueva vida como hijos de Dios.
Gozan de especial aceptación y éxito los cursos de evangelización de la comunidad, en los que ya han participado 1.400 personas. En ellos se prepara a la gente para que anuncie el Evangelio a personas alejadas de la Iglesia, sobre todo, entre los grupos marginales. Para ello necesitan material catequético para distribuirlo entre los participantes.
ACN quiere contribuir a la adquisición de este material para los próximos cuatro años, y para ello ha prometido 46.100 euros.
Referencia: 212-07-49