En los primeros años de la guerra de Siria, cuando lo importante era sobrevivir, ACN pudo salvar a decenas de miles de cristianos con proyectos de ayuda de emergencia. Pero ya han pasado diez años y la guerra aún no ha acabado. Sobre todo, la ciudad de Idlib cercana a la frontera turca y la zona de Jazirah en el noreste siguen siendo escenarios del conflicto. En el país ya solo vive un tercio de los 1,5 millones de cristianos anteriormente existentes. En 2020, ACN proporcionó principalmente ayudas económicas para bienes de primera necesidad, para la educación, el área médica y la reconstrucción de iglesias. También pusimos en marcha un programa de ayuda de emergencia contra la pande-mia para los cristianos.
Desde el comienzo de la guerra en 2011, ACN ha financiado proyectos en Siria con un coste total de alrededor de 42 millones euros. El volumen de nuestra ayuda en 2020 fue de más de 3,4 millones euros. El apoyo sigue siendo extremadamente necesario, ya que los cristianos sirios han sufrido mucho durante la guerra civil. En la actualidad, allí viven aproximadamente solo un tercio de los 1,5 millones de cristianos existentes antes de la guerra. Pero, aunque en muchas regiones el ruido de las armas ya no se oye, en el norte de Siria la violencia continua. Algunas aldeas de la provincia de Idlib siguen estando bajo el control de los yihadistas.
Las sanciones económicas impuestas por la UE contra el régimen de Bashar al-Assad causan mucho sufrimiento a la población siria. La mala situación económica del Líbano, el país vecino, también tiene efectos devastadores en la coyuntura actual de Siria. La cotización del dólar se ha disparado, y con ella también ha subido el precio de la vivienda, los alimentos básicos y el carburante. Esto induce a muchos padres a no enviar a sus hijos a la escuela ni permitirles que vayan a la universidad, para así evitar “costes de educación ocultos” como gastos de viaje, libros de texto o fotocopias. Para evitar el abandono de los estudios, ACN volvió a ofrecer becas este año a 550 estudiantes de la universidad de Damasco.
Para nosotros los cristianos, la ayuda de ACN ha sido un ancla de salvación durante todos los años de guerra.
Hermana Annie Demerjian
También pudimos ayudar a 300familias con subsidios para el pago de alquileres. Además, nuestra organización puso en marcha un programa de ayuda de emergencia contra la pandemia que permitió a muchos cristianos comprar alimentos y equipamiento de protección.El sistema sanitario de Siria también se encuentra en muy malas condiciones. Muchos médicos han emigrado, ya que los terroristas han secuestrado a algunos y amenazado con matar a otros. Los precios de las medicinas se han cuadruplicado desde 2016, y faltan médicos y medicamentos. Los enfermos a menudo se ven obligados a buscar ayuda en instituciones caritativas e iglesias. Por eso, ACN también ayudó este año a 200 enfermos facilitándoles remedios y medicamentos necesarios a través de la congregación de las Hermanas de la Caridad de Besançon en Damasco.
25.000 anoraks enla festividad del amor
En Navidad, la ayuda de ACN hizo posible repartir 25.000 cálidos anoraks entre los niños necesitados de Alepo, Damasco, Homs y otras ciudades sirias. Los anoraks fueron elaborados en talleres de costura de Alepo por iniciativa de la hermana Annie Demerjian, colaboradora habitual de ACN, y de la congregación de Jesús y María. En medio del alto nivel de desempleo, el gran volumen de ese encargo dio a muchos sirios la posibilidad de ganarse el sustento para sus familias durante varios meses.
Pocas cosas dan más esperanza a los fieles en tiempos de guerra que la reconstrucción de las iglesias destruidas. Uno de estos signos de esperanza fue la inauguración de la catedral maronita reconstruida de San Elías en Alepo el 20 de julio de 2020. El edificio sufrió graves daños entre 2012 y 2016 a causa de varios bombardeos de gran calado y numerosos ataques menores. Los mayores daños en la catedral se produjeron en 2013, cuando yihadistas asaltaron el barrio e intentaron destruir todos los símbolos cristianos. ACN ayudó a su reconstrucción con 400.000 euros.
Ocupada por los rebeldes entre 2012 y 2016, Alepo es una de las ciudades que más gravemente han sido afectadas por la guerra. La población aún sigue sufriendo las secuelas. En 2020 fuimos capaces de financiar un total de 53 proyectos en Alepo. Para dar las gracias por esta ayuda, el arzobispo católico sirio de Alepo, Monseñor Antoine Chahda, celebró el 20 de diciembre de 2020 una Santa Misa dedicada a los benefactores de ACN en la catedral católica siria de la Ascensión de María. Entre los asistentes se hallaban los líderes eclesiásticos de otras siete Iglesias cristianas de la ciudad, entre ellos obispos católicos y ortodoxos. El servicio religioso se emitió en directo a través de Facebook y fue también un signo de esperanza para muchos benefactores de los países donantes en estos tiempos del coronavirus.
En 2020 también se continuó la campaña de oración “Consuela a mi pueblo”, iniciada el año precedente por ACN en colaboración con las Iglesias católica y ortodoxa de Siria. En el centro de la iniciativa está el icono de la “Virgen de los Dolores, consoladora de Siria” (ver imagen página 33), que ha sido bendecido por el Papa. El objetivo es hacer llegar a los fieles católicos y ortodoxos de Siria no solo ayuda material, sino también espiritual. La campaña pretende además ofrecer consuelo y comprensión sobre todo a las familias que han perdido a familiares en la guerra civil. Esta iniciativa también ha supuesto una oportunidad para el encuentro y el diálogo entre personas de distintas confesiones cristianas.
ACN llora la pérdida de un habitual colaborador sirio
Con gran consternación, hemos sabido que el arzobispo ortodoxo sirio de Homs, Selwanos Boutros Alnemeh, falleció el 7 de diciembre tras una breve enfermedad grave a la edad de 52 años. Sentimos una gran tristeza por la pérdida de este amigo y colaborador con el que nuestra organización pudo llevar a cabo casi 40 proyectos en los últimos siete años. En el recuerdo también queda nuestro viaje conjunto a Ginebra y Bruselas en el año 2016, donde informamos de primera mano a representan-tes de la ONU y de la Unión Europea sobre la situación en Siria. Selwanos Boutros Alnemeh fue un ejemplo para la colaboración ecuménica y trabajó incansablemente por el bien de su país.