La fundación internacional Aid to the Church in Need (ACN) apoyará con un millón de euros adicionales para apoyar la labor de la Iglesia en Ucrania durante la crisis.
«Lo que todos queríamos evitar ha ocurrido: Ucrania ha entrado en estado de guerra. ACN ha apoyado a la Iglesia en Ucrania en el pasado y no la abandonará en este momento tan crítico y difícil», dijo Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de ACN.
En las primeras horas del jueves 24 de febrero, el gobierno ruso ordenó oficialmente el despliegue de fuerzas rusas en las regiones ucranianas de Luhansk y Donetsk e inició una amplia operación militar en el territorio ucraniano. Seguidamente, los separatistas prorrusos informaron de la toma de pequeñas ciudades en el este de Ucrania. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha anunciado la imposición de la ley marcial en todo el país.
Con el agravamiento de la crisis, ACN se ha comprometido a dar ayuda de emergencia a los 4.879 sacerdotes y religiosos y a las 1.350 religiosas de Ucrania que lo necesiten, para que puedan continuar con su labor pastoral y social. Además, la fundación internacional proporcionará ayuda de emergencia adicional a los cuatro exarcas greco-católicos y a las dos diócesis latinas del este de Ucrania, que abarcan Kharkiv, Zaporizhya, Donetsk, Odesa y Krym.
«Especialmente ahora, ACN tiene que asegurar la presencia de sacerdotes, religiosas y religiosos entre su gente. En las parroquias, con los refugiados, en los orfanatos y hogares para madres solteras y de los ancianos que se enfrentarán al reto de sobrevivir en un clima de alza de precios como resultado de la guerra», dijo Heine-Geldern.
Mons. Pavlo Honcharuk, obispo de Kharkiv, una de las diócesis del este de Ucrania que apoyará ACN, dijo: «La situación empeora cada día. Se trata de sobrevivir hora por hora. Los precios están subiendo, especialmente los de los productos de primera necesidad. La situación en la diócesis es muy difícil. El número de fieles ha disminuido y los que quedan, por desgracia, no pueden mantener las parroquias ni apoyar a los sacerdotes. Son los fieles los que vienen a pedir ayuda a los sacerdotes y a las hermanas».
Con la ayuda de emergencia, ACN apoyará por ejemplo a los 57 sacerdotes y 54 religiosos y religiosas que trabajan en esta diócesis para que puedan cubrir sus propias necesidades diarias -gas, luz, agua, combustible y alimentos- y ayudar a otros que no tienen nada.
La situación financiera del país se ha deteriorado desde el inicio de la guerra, hace ocho años. Pero desde que comenzó la crisis en enero, la moneda nacional, la hryvna, se ha devaluado constantemente, y ha seguido bajando después de que Rusia reconociera las dos regiones separatistas dirigidas por los separatistas prorrusos.
«Este conflicto es también una guerra psicológica. La gente necesita consuelo, fuerza y apoyo. La ayuda de emergencia de ACN quiere fortalecer el compromiso de la Iglesia católica en Ucrania de permanecer en el terreno y seguir sirviendo a su rebaño haciendo frente a la guerra militar y económica”.
“Cuenten con nuestras oraciones por el pueblo de Ucrania para que, por la intercesión de Nuestra Señora de la Paz, se les evite el dolor de más violencia y pérdida de vidas», dijo Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de ACN.