El Cardenal Malcolm Ranjith afirma que la Iglesia sigue esperando respuestas mientras las heridas de las víctimas de los atentados de 2019 aún no han cicatrizado. En los ataques del Domingo de Resurrección murieron 269 personas en Sri Lanka y más de 400 fueron heridas.
En una rueda de prensa organizada por la fundación internacional Aid to the Church in Need (ACN), el Cardenal Malcolm Ranjith ha señalado que desde el principio se dudó que los atentados fueran solo “producto de un grupo de jóvenes descarriados, pues estaban muy bien organizados y coordinados: las bombas, depositadas en siete lugares, hicieron explosión en 15 minutos, salvo una que no fue detonada”.
Se anunciaron varias comisiones e investigaciones para tratar de llegar al fondo de esta tragedia y pedir cuentas a los responsables, y aunque algunos de los informes resultantes no se han hecho públicos y no los conocen ni los líderes de la Iglesia, lo que se ha sabido arroja sospechas sobre las autoridades del país.
El Cardenal arzobispo de Colombo, Sri Lanka, ha exigido que se aclare hasta qué punto las autoridades, incluidos miembros del Gobierno y de los servicios de Información, se confabularon con los terroristas.
“El informe de la Comisión Selecta del Parlamento (Select Committee of Parliament) acusa al expresidente, al exinspector general de la policía, al exsecretario de Defensa, al exjefe de Inteligencia y a otros funcionarios de alto nivel de no haber impedido que se perpetraran los atentados, pues disponían de antemano de información al respecto, también por advertencias de los servicios de Inteligencia de la India, pero no hicieron nada. De hecho, el Gobierno parece haber hecho todo lo posible para impedir la detención de los terroristas, y hay indicios de que las autoridades incluso querían que los atentados se llevaran a cabo”, explica el Cardenal Ranjith.
“Hay un sentimiento de frustración entre la gente, pues tenemos muchas preguntas y toda la ciudadanía pide respuestas. ¿Por qué las autoridades judiciales no persiguen a quienes se considera responsables? Además, hay algunos puntos sobre los que el informe del Parlamento recomienda una ulterior investigación, pero esto no se está llevando a cabo, ¿por qué?”, se pregunta el Cardenal.
El informe de la Comisión también apunta a una connivencia e insinúa que el motivo puede haber sido el de obtener réditos electorales. “La Comisión acusa gravemente al aparato de Inteligencia del Estado, donde la información conocida por unos pocos no fue compartida con las partes pertinentes. También se observa que se necesita una ulterior investigación para aclarar si algunas personas no influyeron en Inteligencia con el fin de crear caos e infundir miedo e incertidumbre en el período previo a las elecciones presidenciales, que iban a celebrarse ese mismo año”, indica el Cardenal citando directamente el resumen del informe.
Aunque la justicia –si finalmente se hace- llegará demasiado tarde para los que fueron asesinados, hay muchos supervivientes que todavía sufren las consecuencias, tanto físicas como psíquicas, de estos ataques terroristas. El Cardenal no pudo evitar las lágrimas durante la rueda de prensa en el momento de compartir algunas de sus historias. “Un hombre que perdió a su mujer se suicidó hace tres meses, dejando huérfanas a sus tres hijas. Otro hombre que perdió a su mujer y sus tres hijos y que vivía con su suegra tuvo que marcharse de su antiguo hogar y se fue a dormir al cementerio, donde está enterrada su familia. A una mujer que era profesora de danza la explosión la dejó postrada en la cama. Tiene un hijo pequeño y entretanto su marido la ha abandonado, y el sufrimiento que está atravesando es tremendo”.
Recién llegado del Vaticano, donde fue recibido por el Papa Francisco, el Cardenal Ranjith ha asegurado que no descansará en su búsqueda de justicia y verdad. “El Papa ha sido una gran fuente de inspiración y esperanza para nosotros, pues siempre me ha animado a seguir adelante y a seguir luchando por lograr justicia para esta gente. Ese es ahora mi reto”.
“Ayúdennos a pedir una investigación justa para que nuestras preguntas sean respondidas por las autoridades. No queremos difundir una mala imagen de nuestro país, solo queremos que no se juegue con la vida de personas inocentes por motivos políticos”, ha concluido.
Tras los atentados, ACN acudió en ayuda de la Iglesia de Sri Lanka y de sus traumatizados miembros financiando un apoyo psicosocial a las familias afectadas y contribuyendo a formar a sacerdotes, religiosas y líderes laicos para afrontar estas situaciones trágicas y prestar la ayuda más urgente y adecuada cuando estas se producen. Desde entonces, ACN ha seguido apoyando a la Iglesia de Sri Lanka, también durante la pandemia del Covid-19.