Entre 1989 y 2003, Liberia vivió una de las guerras civiles más sangrientas del continente africano y, hasta la fecha, este país de África Occidental no se ha recuperado. Más de dos tercios de los casi cinco millones de liberianos siguen sin creer en una paz duradera, y una de las razones es que hasta la fecha no ha habido ningún procedimiento judicial contra los perpetradores de los crímenes de dicha guerra. Como consecuencia, a todos los niveles de la vida social reina una profunda desconfianza. “Antes que la infraestructura, lo que fue destruido son nuestras almas”, ha dicho el P. Dennis Nimene, Presidente de la Conferencia Episcopal.
Las consecuencias de la guerra son también un gran desafío para la Iglesia. Después del final de la guerra y después de la crisis del Ébola se ofrecieron cursos para curar los traumas psicológicos, pero la dimensión espiritual es esencial. Por ello, en 2019 los Obispos quieren ofrecer retiros espirituales a los sacerdotes para que estos, a su vez, puedan ayudar mejor a los laicos. Así, este año, 25 sacerdotes de la Diócesis de Cabo Palmas tendrán la oportunidad de recargar sus baterías espirituales, de fortalecerse, de compartir experiencias y de llevarse de ahí nuevos impulsos para sus parroquias. ACN apoya este importante proyecto con 4.600 euros. Esto equivale, por cada sacerdote, a 184 euros para los gastos de viaje, el alojamiento y la comida: una pequeña inversión con un gran impacto.