La fundación pontificia Aid to the Church in Need (ACN) celebra este año el 40 aniversario de la Biblia infantil «Dios habla a sus hijos». Desde sus comienzos y hasta ahora se han distribuido más de 51 millones de ejemplares en 189 idiomas en todos los continentes.
“Los caminos que esta Biblia ha abierto para llegar a encontrarse con Dios no sólo a muchos niños, sino también adultos, va mucho más allá de lo que se puede medir con parámetros meramente humanos” dice el presidente ejecutivo de la fundación, Thomas Heine-Geldern. En muchas familias de regiones pobres del mundo, la Biblia infantil es el único libro que poseen.
La Biblia infantil sacia la sed de Dios
«Las cartas que hemos recibido durante los últimos 40 años, en las que niños, familias, obispos y sacerdotes agradecen la Biblia del Niño, son un testimonio de la profunda sed de Dios que este librito sigue saciando, hoy como ayer», expuso Heine-Geldern. «Dios habla a sus hijos» se divide en 99 capítulos breves y contiene los principales textos del Antiguo y Nuevo Testamento en un lenguaje accesible para los niños. En la versión actual de la Biblia del Niño, los textos son de la teóloga alemana Eleonore Beck (1926-2014) y las ilustraciones a color de la religiosa española Miren-Sorne Gómez (*1937), que también se emplean en clases de Religión y en las catequesis.
El “padre” de la Biblia del Niño fue el religioso premostratense holandés padre Werenfried van Straaten (1913-2003), fundador de ACN. En 1979 las Naciones Unidas proclamaron el «Año del Niño», lo que se convirtió en la chispa inicial para poner en práctica una idea sobre la que el padre Werenfried llevaba mucho tiempo reflexionando: «los niños necesitan algo así como una biblia infantil para que la imagen de Cristo se haga viva en sus corazones», escribió entonces. « Muchas veces la Iglesia local no tiene medios para proporcionar una biblia infantil en el idioma materno, o está perseguida o discriminada y no le está permitido publicar esos escritos. Muchos niños son tan pobres que no pueden comprarse un libro. Por eso queremos regalarles una biblia especial».
Alta demanda desde un primer momento
ACN presentó la Biblia del Niño en la Conferencia de los obispos de Latinoamérica celebrada en la ciudad mexicana de Puebla a finales de enero de 1979, en la que también participó el Papa Juan Pablo II durante su primer viaje fuera de Italia. El éxito fue impresionante: los obispos encargaron directamente 1,2 millones de ejemplares en español. De esto se enteraron misioneros, obispos y catequistas de otros países, lo que hizo necesario traducirla a otros idiomas. Hoy en día existen versiones en 189 lenguas: que van de la A de afar, el idioma que hablan aproximadamente medio millón de personas en zonas de Etiopía, Eritrea y Yibuti, hasta la Z de zulú, un idioma de los bantúes, en África meridional. Periódicamente se añaden nuevas traducciones pues sólo en África, por ejemplo, se hablan más de 2.000 idiomas. Allí, la Biblia del Niño presta una importante contribución a la alfabetización.
Desde el principio, ACN distribuye la Biblia infantil gratuitamente en países necesitados, mientras que en los de mayor poder adquisitivo, su precio cubre los gastos de producción. Entre los ejemplares más difundidos se cuentan las versiones en español (unos 14 millones), portugués (10,3 millones), inglés (2,5 millones), francés (1,2 millones) y suajili, del este de África (950.000). Tras el hundimiento de la Unión Soviética, una emisora cristiana de radio dio a conocer la Biblia infantil en ruso, y en breve la fundación recibió medio millón de pedidos.
También los Papas aprecian enormemente la Biblia del Niño. Por ejemplo, Benedicto XVI distribuyó en su viaje pastoral a Brasil en mayo de 2007, el ejemplar número 10 millones de la Biblia del Niño durante su visita a Fazenda de la Esperanza.