En Pakistán, los cristianos católicos solo representan una pequeña minoría de algo más de un 1 por ciento, mientras que el 96 por ciento de la población paquistaní es musulmana. Por regla general, los cristianos pertenecen al estrato social más bajo y no son considerados ciudadanos paquistaníes de pleno derecho. Por ello, son discriminados, insultados e incluso perseguidos, y no es raro que sean víctimas de ataques violentos.
A pesar de esta difícil situación, la Iglesia Católica está llena de vida, es activa y hace todo lo posible por acompañar y apoyar a los creyentes, y por fortalecer su fe.
Un aspecto importante es la ayuda a los matrimonios y las familias, porque el matrimonio cristiano y la familia fundada en valores cristianos afrontan en todo el mundo grandes desafíos. Por ello, también en Pakistán la Iglesia ha desarrollado programas para acompañar a las jóvenes parejas que se preparan para el matrimonio, así como a las familias que ya tienen hijos. La Comisión Nacional para la Familia y la Vida es la responsable de formar a personas que preparen en las diócesis a jóvenes parejas para el sacramento del matrimonio y que acompañen a las familias. Además, se ofrecen diferentes programas que abordan el matrimonio en su dimensión religiosa, pero también los problemas concretos que afrontan los matrimonios y las familias. ¿Qué significa el sacramento del matrimonio? ¿Qué es la Teología del Cuerpo desarrollada por el Santo Papa Juan Pablo II? ¿Cómo se puede construir una vida familiar cristiana a partir de los sacramentos? Estos son algunos de los temas que se abordan. Pero, al mismo tiempo, también se tratan temas como la planificación familiar natural, la gestión de conflictos, la comunicación e intercambio entre los esposos, una educación sexual responsable para enseñar a los jóvenes fidelidad, amor y responsabilidad, y muchos otros.
Mons. Samson Shukardin, presidente de la Comisión Nacional para la Familia y la Vida en Pakistán, ya ha llevado a cabo con éxito programas destinados al matrimonio y la familia en su propia Diócesis de Hyderabad. Para él, “el bienestar de las familias es fundamental para el porvenir del mundo y la Iglesia”. Nosotros contribuimos con 7.500 euros.