En el noreste de la India, la Iglesia Católica aún es joven: en 2016 celebró su 120°. aniversario. Pero a algunas zonas, los misioneros católicos solo accedieron en el transcurso de la segunda mitad del siglo XX. Es este un territorio aislado y subdesarrollado en el que surgen disturbios y conflictos políticos y en el que reinan una gran pobreza y muchos problemas. No obstante, la Iglesia está llena de vida: entretanto, en el noreste de la India viven unos dos millones de católicos, y el número de vocaciones sacerdotales y religiosas va en aumento.
Las Hermanas de la Cruz de Chavanod están presentes en el noreste de la India desde hace 37 años, y hace poco se creó en Guwahati una nueva provincia de la orden en esta región. Allí la congregación cuenta con 18 conventos y 96 religiosas con votos perpetuos. Estas se ocupan de niños con discapacidades físicas y mentales, y de los enfermos. Además, enseñan a niñas jóvenes provenientes de familias pobres que no pueden proseguir con sus estudios escolares a coser y bordar y a producir otro tipo de ornamentos para poder ganarse el sustento. Las Hermanas ayudan de palabra y acción a las familias, e intentan transmitirles el amor de Dios. Precisamente por ser tan joven la Iglesia en esta región, hay que hacer mucho para que la fe eche profundas raíces en el alma de la gente.
28 jóvenes religiosas todavía se están formando, y, al igual que la mayoría de los creyentes católicos de la región, provienen de familias pobres pertenecientes a las minorías étnicas. La congregación necesita ayuda para poder facilitarles una buena formación espiritual y profesional. Está previsto que algunas de ellas realicen estudios universitarios para poder afrontar mejor los retos que se les presenten. Nosotros queremos contribuir con 16.800 euros a su formación.