[vc_row][vc_column][vc_column_text]Los niños de las escuelas católicas de Natitingou, Benín, rezan por la paz en el mundo.
La campaña de oración del Rosario rezado por niños de todo el mundo, apoyada por la fundación pontificia internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) desde hace varios años, ha tenido un efecto muy particular en Benín. Esta campaña es fruto de una idea de San Pío de Pietrelcina, quien parece haber previsto su gran potencial cuando dijo: “Cuando un millón de niños recen el Rosario, el mundo cambiará”. Este año, por ejemplo así lo han demostrado los niños de la diócesis de Natitingou en Benín.
El 18 de octubre a las nueve se podía ver en las escuelas primarias católicas cómo cientos de niños de dos a trece años estaban repartidos por grupos: “no importa dónde te encuentras”, decía el lema. Lo que hacían era rezar el Rosario, por los niños sirios, víctimas inocentes de una guerra sin fin.
La iniciativa “Un millón de niños rezan el Rosario” unió a estos niños con todos aquellos que en el mundo entero habían respondido al llamamiento de la fundación pontificia ACN. Pero además en Benín no rezaron el Rosario solamente niños católicos, sino también niños de otras religiones, incluidos protestantes y musulmanes. Todos juntos pidieron con fervor a la Virgen la gracia de la unión y la paz en el mundo.
En la escuela de primaria bilingüe y católica de la Sagrada Familia en el diócesis Natitingou, los niños se reunieron en la Catedral de la Inmaculada Concepción, en la gruta mariana de “Nuestra Señora de Atacora”. Acompañados por sus maestros entonaron un canto mariano y meditaron los Misterios Gloriosos. Cada decena del Rosario finalizaba con alegres cantos y aclamaciones a la Virgen María. Después del Rosario, el P. Servais Yantoukoua, capellán diocesano del Movimiento de Apostolado Infantil de Benín, leyó la carta dirigida a los niños para dicha ocasión del Cardenal Mauro Piacenza, Presidente de Ayuda a la Iglesia Necesitada. En dicha carta, este asegura que a través de la oración “se podrá construir una sociedad en la que la justicia y la coexistencia armoniosa sean posibles”.
El P. Servais explicó a los niños el significado de la oración y su importancia para la paz en el mundo, insistiendo en el ejemplo de los tres pastorcillos a los que se les apareció la Virgen María en Fátima, Portugal.
La Diócesis de Natitingou, a través de la Comisión para la Infancia Misionera, ha apoyado con gran entusiasmo esta iniciativa. En palabras del P. Servais, los niños regresaron a la escuela “conscientes del hecho de que deben convertirse en los portavoces de la Madre de Dios en este mundo sin paz”.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
