“La gente regresará cuando Mosul sea liberada”

Por Maria Lozano

Los cristianos desplazados en Erbil probablemente no podrán regresar a sus pueblos de la Llanura de Nínive hasta el verano de 2017. Mientras las operaciones militares han logrado hacerse con la mayor parte de la Llanura de Nínive, los francotiradores, las minas y algunas bolsas de militantes islamistas permanecen, por lo que, hasta que no se libere definitivamente Mosul, la situación no será lo suficientemente segura para que los cristianos regresen. Otra condición fundamental para que las familias retornen es la reconstrucción de los pueblos. Entretanto, los cristianos desplazados se ven obligados a sobrevivir el invierno en Erbil, según ha señalado el Arzobispo de Erbil, Mons. Bashar Warda.

En una entrevista realizada durante su visita del miércoles, 9 de noviembre, a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, Mons. Warda dijo: “Creo que el retorno tendrá lugar. La gente regresará, pero necesitan algo de tiempo. ¿Cuándo? Este ‘cuándo’ no se refiere al tiempo, sino a la situación: cuando Mosul sea liberado, cuando Mosul sea segura, cuando el Gobierno empiece a tomar medidas para la reconstrucción y para que estos lugares [Llanura de Nínive] sean realmente seguros. Ciertamente, algunas personas permanecerán en Duhok y Erbil porque han rehecho sus vidas y puesto en marcha pequeños negocios, pero si se dan signos concretos, la gente, sin duda, regresará. Nosotros contamos con ello; yo diría que ojalá en verano de 2017 veremos a gente trabajando sobre el terreno y limpiándolo, e intentando volver a abrir las instituciones”.

En relación con la reconquista de Mosul, el Arzobispo señaló: “Nos esperamos una dura batalla. Llevará tiempo convencer a los habitantes de Mosul que cambiar la situación es bueno para ellos. Tenemos que esperar. Sabemos que Mosul es uno de los baluartes del ISIS y que van a defender su posición hasta el último minuto”.

Pese a los evidentes retos futuros, el Arzobispo caldeo de Erbil dice en relación con los cristianos desplazados que fueron expulsados de la región recientemente recuperada y que ahora se encuentran en Erbil: “Hay esperanza. La gente da gracias a Dios porque, pese a las numerosas dificultades, al menos hoy estamos seguros de que nuestras tierras serán liberadas. Finalmente, el ISIS será vencido; la Cruz es victoriosa y finalmente este terrible mal [ISIS] ya no está allí. La gente está celebrando Misas y orando. Cada día acuden a ver sus propiedades en estos pueblos. Por desgracia, la destrucción es masiva: iglesias calcinadas y santuarios totalmente destruidos. A muchas casas les prendieron fuego y saquearon el mobiliario. Necesitamos tiempo para la reconstrucción y para que estos pueblos vuelvan a ser habitables”.

Debido al hecho de que el regreso todavía no es posible, la primera y mayor preocupación del Arzobispo son los víveres, las medicinas, el alojamiento y la escolarización de los desplazados de Erbil: “Es posible que la gente piense que, si el ISIS se ha ido, ya no se precisa más ayuda, pero no es así. El invierno llega y necesitamos ayuda hasta que puedan regresar a sus pueblos”.

A los cristianos iraquíes no solo les preocupa enormemente un posible retraso de la liberación de Mosul y, consiguientemente, de la reconstrucción de los pueblos, sino también la posibilidad de que surjan nuevos enfrentamientos y conflictos en la zona de la Llanura de Nínive. El Arzobispo ha dicho: “Se ha llevado a cabo la parte militar, pero el contexto político y social todavía no está resuelto. Los cristianos temen que las fronteras de la Llanura de Nínive no queden al margen de disputas políticas. Existe un gran temor a que algunas personas, grupos o partidos utilicen la Llanura de Nínive para reforzar sus posiciones”. Mons. Warda ha añadido: “Esta es la razón por la que necesitamos que la comunidad internacional presione a las partes interesadas y les haga saber: ‘Basta de guerras, basta de violencia, tengamos una periodo de paz, también por el bien de estas gentes que han sufrido y han sido perseguidas, y que han experimentado un serio genocidio’”.

El Arzobispo Warda ha dado las gracias a Ayuda a la Iglesia Necesitada, que según el reporte de la diócesis caldea de Erbil ha facilitado el 43 % del total de la ayuda de emergencia (víveres, medicinas, alojamiento y escolarización) destinada a los desplazados internos en esa diócesis desde el verano de 2014. “Quiero daros las gracias por vuestro apoyo, vuestras oraciones y vuestra ayuda. Sin vuestro apoyo, hoy no estaríamos en condiciones de hablar de un posible retorno a los poblados de la Llanura de Nínive, pues gracias a vuestra ayuda todavía hay familias cristianas en Iraq. Os pido que sigáis prestando esta ayuda, que sigáis rezando y que continuéis dando una voz a los cristianos marginados y perseguidos de todo el mundo”.

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